Berzosa crea su banco de olor para usar en desapariciones

S.F.L.
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La unidad canina de Cubo de Bureba, Ucas de Arrate, ha recogido las muestras de los vecinos, que pueden acelerar el tiempo de búsqueda en un rescate. Más de 20 pueblos han colaborado en la iniciativa

Berzosa crea su banco de olor para usar en desapariciones - Foto: UCAS DE ARRATE.

Berzosa de Bureba ya dispone de su propio banco de olor. La Unidad Canina de Rescate Ucas de Arrate de Cubo ha colaborado con el Ayuntamiento para incluir las muestras de los vecinos en la base general, compuesta por más de 20 pueblos de la comarca y alrededores. Cada uno de los botes donde se almacenan las gasas podrán utilizarse en caso de desaparición del titular, para que la agrupación tenga la posibilidad de llevar a cabo un rastreo más rápido en una acción de búsqueda de personas.

Los olores personales se han recogido de manera voluntaria y los encargados se muestran satisfechos del trabajo realizado, ya que «la participación vecinal ha sido alta». La recogida se ha llevado a cabo con gasas esterilizadas que los participantes portaron durante 24 horas en los bolsillos de sus prendas y en sus manos, para después depositarlas en un recipiente plástico. En principio, las muestras tendrán una validez de tres años y permanecerán custodiadas en el la sede de Ucas de Arrate, de esta manera se garantizará la privacidad de cada una de ellas y en caso de que se necesite, se abrirán.

La Unidad de Rescate y Salvamento ha diseñado un protocolo de actuación para que en el caso de que un individuo se extraviara, a parte de llamar a los equipos de emergencia como la Guardia Civil y Bomberos, esta pueda optar a utilizar el olor de ese vecino y así los perros tendrán la pista directa para comenzar la búsqueda cuanto antes. «De esta manera se acelera mucho el proceso y se ganan muchas horas. En un rescate el tiempo es vital», explican fuentes de la agrupación. Si una persona desaparece y los familiares contactaran con la Unidad Canina de Cubo, antes de iniciar el rastreo, tendrían que dirigirse al domicilio del individuo y tomar una muestra que no estuviera contaminada, algo muy complicado por el uso de colonias, cremas y demás productos.

La iniciativa Cada minuto es vida nació en 2016 pero no fue hasta 2019 cuando comenzaron a recopilar olores tanto en residencias de ancianos como en varias localidades. Desde que se puso en marcha el banco de olor únicamente han necesitado utilizar una muestra en una ocasión, en Santa Olalla de Bureba. No obstante, desde la agrupación animan a que mayores y pequeños participen en el proyecto, ya que en caso de que ocurra una desgracia, estas «gasas pueden salvar vidas». Los colectivos interesados en ‘donar’ su aroma deben contactar con los voluntarios.