Desde hace casi tres años, todas las empresas han de tener en marcha un sistema que permita registrar la jornada de sus empleados para tratar de frenar la precariedad laboral y permitir una mejor conciliación familiar.
Entre el mayo de 2019 -cuando entró en vigor esta norma- y el 31 de diciembre de 2021 la Inspección de Trabajo ha contabilizado en Burgos hasta 31 empresas que han cometido una infracción en materia de tiempo de trabajo y horas extraordinarias. Dentro de las campañas que pone en marcha este organismo durante todo el curso se detectaron una decena de incumplimientos en 2019, 13 a lo largo del 2020 y apenas 8 el año pasado. Las multas a estas compañías suman 20.950 euros, a razón de apenas 674 euros por cada firma.
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