Cumpleaños del corazón más cultural

S.F.L.
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Los técnicos de la Casa de Cultura de Briviesca preparan un extenso programa para celebrar el 75 aniversario de la inauguración de la biblioteca, en 1947. Este año se esperan mejoras en todo el edificio

David Dito (i), Laura Alonso y Julián Fernández se encargan del área de Cultura y Juventud del Ayuntamiento. - Foto: S.F.L.

Los briviescanos y los vecinos de la Bureba tuvieron que esperar hasta bien entrado el siglo XX para disponer de un local destinado a la lectura. Para la alegría de muchos, en 1947 nació el alma cultural de la ciudad, la biblioteca, un pequeño espacio ubicado en el mismo edificio donde en la actualidad se encuentra la Casa de Cultura. Durante esos años, se «crearon muchas más porque el Estado trabajó en un plan para fomentar la lectura y los hábitos culturales. El Ayuntamiento solo tuvo que poner el lugar y elegir a una persona que se encargara de la gestión», explica Julián Fernández, técnico de Cultura y Juventud de la ciudad. 

A lo largo de sus 75 años de vida, la localización del servicio ocupó dependencias de diferentes infraestructuras, como una pequeña habitación del colegio Grupo Escolar Teresa Arce (actual Juan Abascal) y el desaparecido centro parroquial. En los inicios, la gestión de la biblioteca recayó sobre voluntarios ya que «no existía un profesional dedicado a ello», aclara Fernández.  Pero con la llegada de los años 60 las cosas cambiaron y el alcalde de la ciudad de entonces, Ricardo Villanueva, firmó un concierto suscrito con el Centro Provincial Coordinador de Bibliotecas, en el que se plasmaban las obligaciones a las que se debía el municipio. «Había que destinar mínimo 5.277 pesetas de las arcas municipales para las atenciones del edificio y contratar a un encargado, al que debían proporcionar una adecuada preparación biblioteconómica», testifica.

Eligieron a Eduardo Solas, que ha permanecido ligado a los libros más de media vida. «Ha conocido al dedillo a generaciones y generaciones de personas que se acercaban a la biblioteca para disfrutar de una velada agradable o llevarse los libros a sus casas, de él aprendí mucho», transmite con cariño el técnico actual. 

Tras 39 años de idas y venidas, mudanzas y demás asuntos, en 1986 el regidor José María Martínez inaugura la actual Casa de Cultura, lo que supuso un torbellino en la vida cultural y de ocio de los vecinos, además de un importante cambio de reestructuración. Apenas pasaron 24 meses cuando un joven beliforano licenciado en Filosofía consiguió la plaza de técnico. Julián atravesó las puertas del inmueble y ya nunca más lo abandonó. 

En la planta baja llegó a existir una sala de juegos, y otra donde se exponían los libros en «vitrinas cerradas con candados y alguna mesa con sus sillas para que los usuarios se acomodaran», relata. A partir de ese momento, los briviescanos disponían del servicio de préstamos por las mañanas y tardes, a diferencia de los años previos, que solo podían acudir unas horas al día. 

El de Belorado entró con fuerza y se esforzó en cambiar el concepto de biblioteca. Poco tiempo después, se construyó la sala de lectura infantil, la de adultos, el salón de actos y el resto de habitaciones utilizadas para impartir cursos y talleres. A día de hoy, luce un aspecto totalmente cambiado y sus baldas sujetan el peso de unos 17.000 ejemplares. Asimismo, Briviesca puede presumir de que más de la mitad de su población, aproximadamente 3.400 personas, son socias de la biblioteca. En las últimas décadas se han unido al equipo Laura Alonso y David Dito.

Actuaciones. Con motivo de la celebración del 75 aniversario de su creación, los técnicos preparan un programa de actividades de cara a finales de verano. Asimismo, el Ayuntamiento tiene previsto invertir una importante cantidad en aislar el edificio, reestructurar alguna zona y sustituir todos los puntos de luz, incluyendo la demolición y reposición de nuevos falsos techos, para colocar luminarias de led.