La conservación del patrimonio, arquitectónico, cultural y medioambiental, se ha convertido en una de las prioridades de la España vaciada y esta provincia no es una excepción, ya que el turismo es uno de los recursos en los que todavía se confía para frenar el virus de la despoblación. Uno de los símbolos de ese patrimonio rural son las iglesias, testigos mudos del éxodo poblacional y guardianes del mundo rural. Mantener los edificios religiosos en pie se ha convertido en las últimas décadas en un objetivo vital para unos vecinos que, aunque no vivan en sus pueblos, se aferran a mantener vivas su raíces y un mundo que desaparece, como ya lo han hecho mucho templos.
La constatación de esa preocupación por conservar el patrimonio religioso la tenemos en las más de 4.900 solicitudes de ayuda (se han atendido más de 1.300) que ha recibido la Diputación desde que hace más de veinticinco años puso en marcha, primero en solitario y luego con aportaciones del Arzobispado y de la Junta, el conocido como ‘convenio de las goteras’. En total, a través de este convenio se han invertido 20,4 millones en templos, no declarados bienes de interés cultural (BIC), de 682 pueblos.
Aún siendo importante, la inversión resulta insuficiente para atender a las casi 200 solicitudes que se presentan todos los años., En la convocatoria 2019-20 llegaron 139 peticiones y con los 1,4 millones consignados en el convenio para este ejercicio (un millón la institución provincial y 400.000 el Arzobispado) solo se podrán atender a 40. Treinta de esas peticiones atendidas son para quitar goteras o reparar los tejados, estando previsto que en los próximos meses, según los datos facilitados por el departamento de Cultura de la Diputación, se sustituyan o renueven más de 7.500 metros cuadrados de cubiertas de 30 edificios religiosos, de los que 640 corresponden a la iglesia de Vadocondes y 550 a la de La Asunción de Covarrubias.
Incorporar a la Junta. "Nos gustaría poder atender a todos los ayuntamientos que solicitan ayuda para su iglesia, pero en una provincia con tanto patrimonio religioso es imposible atender a todos en una convocatoria, pero seguimos trabajando para llegar al mayor número posible", apunta la diputada provincial responsable del área de Cultura, Raquel Contreras, quien destaca el esfuerzo económico que viene haciendo desde hace años la institución provincial en esta materia. Para incrementar la partida anual del convenio y llegar a más templos, Contreras considera fundamental que la Junta "regrese" al mismo, hace diez años dejó de participar, "porque en la provincia hay iglesias que no están declaradas BIC, la Administración regional solo atiende a las que cuentan con esa declaración, que también tienen un gran valor arquitectónico y consideramos que la Junta tiene que contribuir económicamente a su restauración y conservación".
Otras intervenciones. Aunque se le conoce como 'convenio de las goteras', con cargo al mismo también se atiende otro tipo de solicitudes. En esta convocatoria está previstos realizar obras de cosido y consolidación de muros de fábrica de piedra o ladrillo en ocho inmuebles. Además, en otros siete templos se materializarán proyectos de cosido y consolidación de muros y arcos, mientras que en otras dos se llevarán a cabo obras de recalce de la cimentación. La mayor parte de las actuaciones están relacionadas con problemas generados por el agua y la falta de mantenimiento o conservación de los edificios, un problema que se acrecienta con el fenómeno de la despoblación.
Desde que en 1993 se puso en marcha este ‘convenio de las goteras’, que solo se dejó de firmar en 2011 y 2018, es decir se han ejecutado 25 convocatorias, la Diputación ha sido la institución que más presupuesto ha consignado para este fin con una aportación de 9,3 millones, seguida por el Arzobispado, propietario de los inmuebles, que ha participado en 23 convenios con 6,5 millones. La Junta, a través de la Consejería de Fomento, ha participado en 15 convocatorias, desde 1995 hasta el año 2009, con una cantidad total de 4.5 millones.
Además de las aportaciones de estas administraciones e instituciones, los ayuntamientos o juntas vecinales beneficiarios de las subvenciones también realizan importantes inversiones, ya que deben aportar una cantidad para optar a la ayuda. En conjunto, para este año los 40 ayuntamientos colaboran con unos 700.000 euros que, sumados al 1,4 millones de la Diputación Arzobispado, generando una inversión total de 2,1 millones.