El tejido económico burgalés y, en particular, el sector logístico llevaba demasiado tiempo esperando el momento en que se pudieran licitar las obras de ampliación de la Aduana. Un proyecto altamente demandado, que ha sufrido incontables contratiempos y que ayer daba un paso decisivo con la aprobación en el consejo de administración del Centro de Transportes Aduana de Burgos (Cetabsa) del pliego que permitirá sacar a concurso una de las inversiones de mayor calado que acometerá el sector público en la ciudad en los próximos años. Una iniciativa que parte con un presupuesto de casi 11,5 millones de euros y que servirá para dotar a la capital, una vez desarrolladas las distintas fases, de 225.000 metros cuadrados de suelo logístico.

Fue el 6 de octubre de 2014 cuando la vieja aspiración de duplicar la superficie de la Aduana dejó de ser un sueño para convertirse en una realidad. El empeño se vio recompensado cuando la entonces ministra de Fomento, Ana Pastor, firmaba en Burgos el acuerdo de cesión de derecho de superficie de los terrenos de Villafría durante 50 años. Se allanaba un camino que no ha sido fácil pero que ya empieza a dar sus frutos.

El proyecto ha generado unanimidad en todos los partidos políticos y también entre administraciones. De ahí que la Junta de Castilla y León, con el apoyo sin fisuras del PSOE, decidiera arrimar el hombro para financiar la inversión. Tal es así que la Administración regional ha comprometido una aportación de 3,3 millones de euros, que se suman a los 2,6 millones que destinará el Ayuntamiento. El resto correrá por parte de Cetabsa, rebautizada como CT Burgos, que pondrá recursos propios y se nutrirá también de los créditos que ha cerrado ya con las entidades financieras.

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