Palacios de la Sierra recupera la torre de su castillo

P.C.P.
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Gonzalo de Pedro, Adrián García, Alberto Berzosa y Eduardo Arancón cierran la campaña inicial en la fortificación, con «más datos de lo esperado» pero sin poder aún datar su construcción

Gonzalo de Pedro, Adrián García,EduardoArancón y Alberto Berzosa (de i. a d.) han trabajado durante todo el mes de julio en Palacios de la Sierra. - Foto: F2Estudio

Quizás la pronunciada cuesta que lleva a la necrópolis altomedieval de Palacios de la Sierra tenga mucho que ver con que se conozca menos que la de Revenga, de muy fácil acceso, pese a ser una de las más grandes de Europa de su época. Y no es el único tesoro que alberga el cerro del Castillo, una zona que despierta el interés de los arqueólogos desde hace décadas y con «gran potencial», no solo para comprender cómo era esta población en aquellos siglos sino también quienes habitaban allí.

La Universidad de Burgos tiene precisamente un proyecto que estudia las sociedades campesinas desde la Edad delHierro hasta la Edad Media, en el que se ha encuadrado la primera excavación delCastillo de Palacios de la Sierra, donde durante todo julio han trabajado Gonzalo de Pedro,Adrián García, Alberto Berzosa y Eduardo Arancón, todos ellos delGrado de Historia y Patrimonio de la UBU. En la dirección del proyecto están además Eduardo Carmona y Cristina Vega.

Gracias a la apuesta del Ayuntamiento de Palacios y a una subvención de la Diputación han podido desarrollar una primera campaña que ha concluido con muchas preguntas, alguna hipótesis y pocas certezas. La principal es que el castillo de esta localidad serrana contó con una torre de 64 metros cuadrados de planta (8x8) y que se construyó con posterioridad a la fortaleza original, que aún se desconoce cuándo comenzó a prestar seguridad a los habitantes del entorno. «Llegábamos con ese objetivo también. ¿De qué época es el castillo?», apunta De Pedro, si bien reconoce que no tienen «una datación clara» y todo son conjeturas. Tampoco los restos que han sacado durante estas 4 semanas, en su mayoría cerámica y huesos de fauna, permiten aventurarlo. Ni siquiera saben qué relación hubo entre el castillo y la necrópolis, si eran coetáneas, aunque el próximo análisis de la documentación de Alberto del Castillo, un arqueólogo que estudió al zona en los años 60-70, en poder de la Universidad de Barcelona, y el trabajo de laboratorio que les espera este otoño-invierno puede ayudar a esclarecer muchas de estas incógnitas.

Excavación previa, con el muro sur de la fortificación.Excavación previa, con el muro sur de la fortificación. - Foto: F2EstudioPese a todo, se declaran «muy satisfechos» con el resultado de esta excavación inicial que les ha facilitado «muchos más datos de lo esperado» y que con el tiempo esperan ampliar. La torre podría ser del siglo XIV.Tras retirar maleza, zarzas y un derrumbe, se ha podido delimitar su perímetro y sacar a la luz los muros en pie, de tal manera que el visitante no tiene que imaginarse las dimensiones de este elemento constructivo, sino que puede recorrerlas visualmente.

Además del muro que corresponde a una primera fase constructiva del castillo y que está por debajo de la torre, junto a esta ha aparecido una «línea de losas bien colocadas» que piensan pudo ser la entrada al castillo. También han trabajado en lo que queda del muro sur, donde hubo una pequeña intervención hace unos años, cuya comparación con la torre permite apreciar bien la diferencia de materiales y épocas.

De Pedro, junto a la que creen que pudo ser la entrada al castillo. A su izquierda, la torre.
De Pedro, junto a la que creen que pudo ser la entrada al castillo. A su izquierda, la torre. - Foto: F2Estudio
En cuanto consoliden algunas zonas y protejan otras para evitar su deterioro, habrá finalizado el trabajo de campo.Ahora toca ir al laboratorio para estudiar todo el material y «empezar a entender este castillo -uno de los pocos de esta zona de Pinares- y su importancia».