El 'green deal' eleva un 15% los costes de la agroindustria

SPC
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El presidente de Vitartis, Pedro Ruiz Aragoneses, pide una reflexión sobre el impuesto al plástico:«El problema no es el producto, sino el uso que luego hacemos de él»

Pedro Ruiz Aragoneses, duran su participación en ‘Los desayunos de Ical’. - Foto: Rubén Cacho (Ical)

El 'green deal' o «trabajar a nivel ecológico» está suponiendo un incremento en los costes de la industria agroalimentaria de entre el 10 y el 15 por ciento. El presidente de Vitartis, Pedro Ruiz Aragoneses, reconoció que, además, ciertas certificaciones exigidas en nombre de la sostenibilidad que, para el dirigente del clúster de la industria agroalimentaria de Castilla y León, debería tener por encima «el sentido común». En este sentido, afirmó que la implantación del 'green deal' «está llevando unas circunstancias que ahora mismo el mercado no es capaz de absorber», con soluciones a la sostenibilidad «insensatas» que hacen que «a veces, las propias emisiones de procesos de reciclaje sean mayores que las de los productos originales». Una valoración que realizó durante su participación en 'Los desayunos de Ical', donde también criticó la posible implantación del impuesto al plástico precisamente bajo criterios de sostenibilidad ambiental, dado que «el problema no es el plástico, sino el uso que hacemos de él».

«Su reducción debe estar en la concienciación y el sentido común», prosiguió, pero no en una carga impositiva a las empresas que rechazó, bajo la perspectiva de que el plástico «cumple una función importante» y «no tiene la culpa de que seamos tan estúpidos de envolver una manzana en 25 plásticos distintos».

Por ello, pidió al Gobierno «no criminalizar» al producto sino «adecuar mucho mejor» su uso. También ejemplificó su reflexión con el caso de la carne cultivada, que tiene «un mayor coste económico y medioambiental para generarla» que la carne natural, y que llevó al presidente del clúster a afirmar que «a veces, en nombre de la sostenibilidad hacemos ciertas cosas que no tienen sentido».

Sostuvo así que la sostenibilidad cuenta con una «quíntuple cuenta de resultados» donde el primero pasa por la sostenibilidad económica ya que, sin ella, «es difícil que cualquier cosa pueda mantenerse en el tiempo». «Luego está la sostenibilidad ambiental y la social, para nosotros fundamentales porque la mayoría de nuestras actividades están en el medio rural y natural, y nosotros añadimos el talento de las personas y la parte de gobierno ético para llevar las cosas a cabo con honestidad», concluyó.

En todo caso, Pedro Ruiz volvió a reiterar que se trata de una cuestión de «sentido común» y que la sostenibilidad «tiene que venir para mejorar lo que ya estamos haciendo», ya que eso otorga «valor añadido» y será por lo que el cliente «pague más» dentro de una «conciencia social» que también defienden desde Vitartis.

Costes energéticos

Por otra parte, Ruiz Aragoneses, cifró en un 30% el aumento medio de costes para la industria agroalimentaria en Castilla y León ante el crecimiento de los precios de las materias primas y la energía, y recordó que se trata de un sector en el que «no en todos los casos se puede derivar al mercado» esa subida «brutal» de costes, por lo que «los márgenes se están reduciendo mucho, drásticamente». En este sentido, explicó que, pese a que «el mercado sigue creciendo» en un contexto de «muchísima incertidumbre», «no es oro todo lo que reluce» en el sector de la agroalimentación por la reducción de márgenes que se deriva del «coste importantísimo de las materias primas, la energía y la logística», al que ahora se suma el crecimiento de los costes financieros y la exigencia al sector como consumidor electrointensivo, por lo que la primera petición es que «la inflación pare y vuelva al lugar en el que estábamos».

También reflexionó el presidente de Vitartis, en este sentido, sobre la necesidad de «revisar el modelo de China como fábrica mundial, que nos ha traído hasta aquí», y que ha supuesto un aumento de costes que «se está llevando fábricas por delante» pese a la actuación «inmediata» de los gobiernos regional y central para facilitar la llegada de las energías renovables. Pese a ello, el también CEO de Alma de Carraovejas se mostró «optimista» dado que hay «ciertas luces verdes» que muestran indicios de que la crisis anunciada puede «no ser tan mala como la previsión que teníamos» para el sector, siempre desde la perspectiva de que «es difícil hacer planificaciones ya no a largo plazo, sino a medio, por lo que tenemos que adaptarnos y pensar en el corto plazo».

Bajo este criterio, el presidente de Vitartis recordó que «parecía que después del verano se iba a acabar el mundo, pero está pasando el otoño, van a llegar las Navidades y el mercado va bastante bien», por lo que adelantó perspectivas «bastante buenas» que indican que «al menos hasta después de Navidad, posiblemente no haya una parada del mercado».

Momento «muy bueno»

Por último, celebró que el clúster de la industria agroalimentaria está «en un momento muy bueno», con socios que sienten «mucho los colores» por un «sentido de orgullo y pertenencia importante» a una asociación que «sigue creciendo» con 140 socios y sirve como «nexo de unión entre el sector, el Gobierno regional y otros 'players' del mercado'».