La Ribera gana impulso estos días por los turistas extranjeros

L.N.
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En el sector vitivinícola constatan una afluencia notable. De hecho, varias bodegas tienen llenos todos los turnos para hacer visitas y catas, sobre todo con viajeros llegados de EEUU, Francia o Puerto Rico

La Ribera del Duero gana impulso estos días festivos gracias a los turistas extranjeros. - Foto: Luis López Araico

Navidad y enoturismo maridan a la perfección. Así lo constatan varias bodegas adscritas a la Denominación de Origen Ribera del Duero. Con motivo de la Nochevieja y de los festivos hasta el día de Reyes, viven unas jornadas de intenso trabajo con visitas guiadas y catas que, en líneas generales, ya están cubiertas. Aunque no descartan recibir más reservas de última hora, la afluencia está resultando notable en una época que, a priori, no suele ser de las más fuertes del año.

El mayor impulso llega por parte de los enoturistas extranjeros. Sucede, por ejemplo, en El Lagar de Isilla. En las instalaciones de su complejo enoturístico en La Vid reciben a visitantes de todas las partes del mundo. Estos días la mayoría procede de Bélgica, Francia, Italia, Reino Unido, Perú o Puerto Rico. También de Cataluña y Madrid. En su caso, hacen visitas guiadas a la bodega y catas todos los días.

«Está habiendo mucha afluencia. Los turnos prácticamente están llenos», indica Pilar Zapatero. En este sentido, destaca que están creciendo las visitas de gama alta, en las que degustan 5 caldos ligados al territorio. Es decir, «microelaboraciones en las que se diferencia por suelos e, incluso, por viñas. Cada vez se valora más», precisa. 

También en Territorio Luthier registran «mucho movimiento» por parte de visitantes extranjeros fruto de su colaboración con diversas agencias. Su responsable, Cristina Alonso, detalla que todos los días de la semana pasada y de la actual contaban con reservas, sobre todo, de estadounidenses, portorriqueños y latinos que aprovechan sus vacaciones para conocer Madrid y dedican uno o dos días a conocer la Ribera del Duero. A ellos se suman familias que regresan a los pueblos de la comarca a celebrar la Navidad con sus familias. «Es un público variado. No hay tanto profesional, son visitas más genéricas», agrega, al tiempo que precisa que desde sus comienzos en 2018 «siempre» han tenido clientes extranjeros y que, de hecho, todos sus trabajadores hablan inglés. 

Igualmente en Condado de Haza registraron más movimiento coincidiendo con el fin de año. Su responsable de enoturismo, Zaida Femprún, subraya que es una «zona estupenda» para descubrir. Además de sus experiencias enogastronómicas, han incluido una cata por etapas, de forma que en lugar de probar los vinos al final, se eligen espacios singulares de la bodega y se van degustando durante el recorrido.

También ganan atractivo actividades ligadas al vino como el escape room de Ribiértete o las visitas teatralizadas en la Bodega Histórica Don Carlos. 

«Crece el interés». Por su parte, el presidente de la Ruta del Vino Ribera del Duero, Miguel Ángel Gayubo, destaca el auge que está experimentando el enoturismo, que atrae tanto a nacionales como extranjeros. «En esta época se nota bastante. Ya no es un turismo de temporada y, aparte de en vendimias, el interés que genera el mundo del vino y la Ribera se palpa también en invierno, sobre todo en fin de año», dice. Un patrón que reafirman en Pradorey, donde este año han recibido a más visitantes extranjeros que en ejercicios previos.