Los partes por pedrisco superan las 5.200 hectáreas

LETICIA NÚÑEZ
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Los peritos han comenzado este viernes a realizar visitas en Moradillo, Guma, Vadocondes o Fuentelcésped

El granizo tiñó de blanco las parcelas de viñedo en el páramo de Moradillo, «como si hubiese nevado». - Foto: Nacho Rincón

Después del pedrisco del domingo que dejó arrasados viñedos y cultivos de cereal en distintos municipios de la Ribera del Duero, llega el momento de las reclamaciones. La Agrupación Española de Entidades Aseguradoras de los Seguros Agrarios Combinados (Agroseguro) ha recibido, hasta ahora, partes de siniestro por los destrozos causados por la granizada en 5.200 hectáreas de la comarca ribereña. De estas, 4.600 hectáreas corresponden a cultivos herbáceos -en su mayoría cebada, trigo y girasol-, otras 600 hectáreas son de viñedo y las diez restantes de patatas. 

No obstante, cabe destacar que se trata de datos provisionales ya que desde Agroseguro continúan recibiendo partes de siniestro. En algunas zonas, el pedrisco estuvo acompañado de lluvia, lo que ha provocado que para algunos productores haya sido imposible hasta ahora acceder a sus parcelas para comprobar los daños y enviar los citados partes. 

El director territorial de Agroseguro en Castilla y León, José Ignacio García Barasoain, avanza a este diario que hoy mismo comenzarán las visitas de los peritos a la Ribera del Duero para realizar las valoraciones de las parcelas arrasadas, como advirtieron los propios agricultores un día después del pedrisco. «Tenemos constancia de fuertes daños en la zona de Moradillo de Roa, Guma, La Vid, Peñaranda de Duero, Fuentelcésped, Vadocondes, Santa Cruz de la Salceda... La tormenta del domingo por la tarde ha hecho mucho daño a las viñas», admite. 

En esta primera visita, los peritos se encargarán de anotar el daño, lo que se denomina límite máximo de pérdida que pueda tener,  por el pedrisco, por ejemplo, un viñedo. «Está previsto que en la Ribera del Duero acabemos de peritar en aproximadamente 8 o 10 días, con el fin de agilizar al máximo las tasaciones y que los agricultores puedan empezar a organizar cualquier labor que consideren necesaria. Muchos estaban haciendo la poda en verde», subraya García Barasoain, aconsejando a los agricultores que hasta el peritaje no realicen ningún trabajo. 

Después, se observará la evolución del viñedo a lo largo del verano. De hecho, la valoración definitiva no llegará hasta la vendimia. «En general, el mayor miedo que ha habido en la Ribera del Duero ha sido a las heladas. En 2017 se registraron siniestros tremendos. Tras la helada, la viña puede recuperarse, por eso se espera a la vendimia para hacer la valoración final», precisa. No obstante, como en esta ocasión el pedrisco ha podido arrasar parcelas al 100%, el director territorial de Agroseguro en Castilla y León avanza que no habrá problema en adelantar los pagos. El daño causado ha resultado tan importante, según García Barasoain, porque la granizada llegó muy pronto y de «forma virulenta». Si se hubiese producido en agosto, con las viñas más arropadas, la situación habría sido completamente distinta. García Barasoain también subraya que hay que valorar el pedrisco en cereal, con 4.500 hectáreas en toda la Ribera.