La saturación de las administraciones en los pequeños municipios del medio rural hace que cada vez se busque reducir lo máximo posible el papeleo. Y la carga de trabajo del secretario se trata, precisamente, de la principal razón por la que en Estépar han decidido delegar a la Jefatura Provincial de Tráfico la competencia sancionadora de aquellas infracciones cometidas en las vías urbanas. «No tenemos capacidad, no lo podemos asumir nosotros y no vamos a dar más trabajo al secretario», explica el alcalde, Jaime Martínez, sobre las razones que le han llevado a tomar esta decisión. Aún no se trata de una medida habitual en la provincia y únicamente ocho localidades se han acogido a ella, aunque cinco de ellas lo han solicitado a lo largo del último año.

En el año 2021 delegaron la competencia sancionadora a Tráfico los municipios del Alfoz de Quintanadueñas, Santa María del Campo y Sotillo de la Ribera. Mientras, durante el año 2022 lo solicitaron Cardeñadijo, Hontanas y Estépar. Y también lo han pedido en estos últimos meses, y se encuentran actualmente en tramitación, Orbaneja Riopico y Cardeñuela Riopico. «De lo que se trata es que no haya territorios de impunidad, si hay una denuncia se tiene que tramitar, por parte del ayuntamiento o por servicios contratados propios o ajenos, o se delega la competencia y se hace sin problema», explica Raúl Galán, jefe provincial de tráfico.

El hecho de que cambie la administración que se encargue de gestionar una multa no tiene en realidad ningún efecto para los ciudadanos. Eso sí, tiene consecuencias económicas puesto que la recaudación va a parar para quien la tramita. Así, aquellos municipios que delegan en Tráfico esta competencia dejan de tener ese ingreso. En ese caso irá directamente a Tesoro Público, ya que por ley tampoco se puede repartir la cuantía.

De esta forma, la Jefatura Provincial asume en la actualidad en ocho municipios la competencia sancionadora en materia de tráfico, circulación de vehículos a motor y seguridad vial de todas aquellas infracciones que ocurran en la vía pública. Las multas incluyen cuestiones como hablar por teléfono al conducir, aparcar en la acera o no ponerse el cinto (...).

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