La Concejalía de Obras y Vías Púbicas tiene ya diseñada la hoja de ruta con las intervenciones prioritarias en aquellos espacios de la ciudad que sufren algún grado de deterioro y que no precisan de inversiones millonarias para someterse a una lavado de cara. Actuaciones que se desarrollarán con medios propios o ajenos, según la envergadura, y que arrancarán en abril ya que a partir de esa fecha la climatología es más benigna y favorece la realización de cualquier intervención. Entre todas ellas destacan el cambio de pavimento de Regino Sainz de la Maza (únicamente en la plaza más próxima a la Delegación de Hacienda) y la remodelación de la Carretera de Arcos, en el entorno de los números 81 a 85.

La más inmediata de estas obras será el cambio del pavimento de Regino, motivado por el deterioro que habían provocado en el mismo las raíces de 7 pinos de gran altura que hasta hace poco más de un año adornaban este rincón de la ciudad y que se encontraban en las inmediaciones de un parque infantil. Cabe recordar que uno de esos ejemplares se desplomó en septiembre de 2019, se detectó un hongo en el resto y se adoptó la decisión de talarlos todos.

Lo que se hará en ese espacio, de unos 1.800 metros cuadrados de superficie, es cambiar un pavimento que se ha levantado en varios puntos por las raíces de los árboles y se colocarán baldosas similares a las del entorno. También se modificará la disposición de los alcorques. La actuación tendrá un coste aproximado de unos 250.000 euros y se ejecutará con cargo al contrato que el Ayuntamiento tiene firmado con la empresa Jacinto Lázaro para la llamada ejecución de unidades de obra.

Estado del pavimento en el parque de Regino Sainz de la Maza. - Foto: Jesús J. Matí­as

Más ambiciosa es la obra que se quiere realizar en la carretera de Arcos, justo antes de la salida del término municipal de Burgos (en el entorno de los números 81 a 85). Aquí, el coste de la obra lo determinará el proyecto que en este momento está redactando el estudio de ingeniería EIC, aunque se estima que se precisará de una inversión de unos 400.000 o 500.000 euros. Para su ejecución, que se deberá de licitar, será necesaria una partida presupuestaria en 2021 (bien en las cuentas o través de una modificación de crédito) ya que en caso contrario deberá de esperar a 2022.

La voluntad, en cualquier caso, es ejecutar las obras cuanto antes ya que el concejal de Vías Públicas, Julio Rodríguez Vigil, recuerda que «los vecinos llevan quejándose mucho tiempo, es hora de escucharles y queremos estar a su lado». El distrito Sur, sin ir más lejos, ha reclamado ya esta obra y podría darse el caso de que fuera una de sus exigencias ahora que tienen capacidad para decidir inversiones.

En este caso, la actuación abarcaría unos 3.000 metros cuadrados y consistiría en la disposición de una isleta que permita el giro del autobús, el acondicionamiento de un aparcamiento que hay en las inmediaciones (en el mismo lado de la calzada) y en arreglo de la acera en desnivel que hay junto a un edificio con tres portales de viviendas y varias lonjas. También se intervendrá en un callejón sin salida muy próximo (en la calle Lope Gemeno).

Si bien esta obra esta supeditada a una partida en el Presupuesto, aunque hay voluntad política de ejecutarla antes o después, hay otras intervenciones que exigen de una inversión más modesta y que se van a poder llevar a buen término con cargo a algunos de los contratos de la Concejalía de Vías Públicas. Es el caso del lateral norte de la calle Ángel García Bedoya, en el barrio del Crucero, donde se destinarán 50.000 euros para la construcción de una acera (se daría continuidad a la intervención realizada en la parte sur de la vía).

Otra actuación que se quiere realizar en los próximos meses es la de la creación de un carril para la carga y descarga de pasajeros y equipajes frente a la estación de autobuses de la calle Miranda. Aquí, lo que se hará es deshacer la intervención del anterior equipo de Gobierno del PP al ensanchar la acera ya que se ha advertido que genera problemas de fluidez del tráfico. Vox lo propuso recientemente en el Pleno  y la Corporación votó a favor de esta idea. Supondrá un coste de unos 40.000 euros.

A estas intervenciones se suman la ampliación del paso de peatones que hay frente al puente de Santa María, del que ha dado cuenta este periódico esta semana, y de un nuevo paso de cebra en la calle Diego Laínez. En este caso, el concejal de Cs detalla que los viandantes solo pueden cruzar en la actualidad por los que hay en los extremos de la vía (junto a la calle San Francisco y la avenida del Cid) y eso, especialmente, representa un problema para las personas que transitan en silla de ruedas o que arrastran el cochecito de un niño.

Aunque de carácter menor, también se realizarán obras para solucionar las imperfecciones del pavimento de piedra caliza que hay en el inicio del paseo del Espolón (junto al restaurante Polisón), en el paseo de Per Abbat (en uno de los laterales del Teatro Principal) y en la calle Laín Calvo.

Otras intervenciones, aunque para estas se precisará su contratación, se concentrarán en la calle Corazas (junto al puente) y para corregir los hundimientos del pavimento en un pequeño tramo de Reyes Católicos (junto a los juzgados) y al lado del puente Bessón.