Zapatillas deportivas y mallas para salir a correr todas las mañanas o maillot y aprovisionamiento para coger la bici y descubrir nuevos rincones. Puede que alguna de estas dos opciones sea la rutina habitual de muchas personas o puede que prefieran la piscina, el gimnasio, el pádel, la pachanga futbolera o cualquier otra actividad que haga sudar un poco. No obstante, los pozanos han encontrado en la práctica deportiva la mejor aliada para luchar contra el éxodo que la villa salinera sufre desde hace décadas, especialmente notable en los meses invernales.
Con el fin de animar a los veraneantes a que no pierdan la costumbre de volver al pueblo los fines de semana de todo el año, no solo los de verano, han formado la Asociación Deportiva de Poza de la Sal, que incluye entrenamientos y actividades vinculadas con el fútbol, el ciclismo de montaña, el senderismo y el kárate. Hasta ahora únicamente funcionaba la Escuela Municipal de Fútbol, pero desde la directiva consideraban que se quedaba «escasa para niños y niñas que tenían otras prioridades lúdicas».
Federar la entidad deportiva de ciclismo ha sido el segundo paso dado después del registro de la agrupación en la Junta. «De esta manera los niños y jóvenes que quieran participar en carreras organizadas en otra provincia o región podrán hacerlo con el escudo pozano en su indumentaria», aseguran desde el Club. Asimismo, pretenden seguir los mismos pasos con el senderismo, ya que cantidad de gente -joven y no tanto- de la villa y alrededores lo practica. Sin embargo, el fútbol tendrá que esperar a formar un grupo mayor con edades más igualadas. «Contamos con varios alumnos pero con diferentes años, por lo que resulta imposible formar un equipo y competir», declaran.
La pandemia ha frenado el impulso que habían cogido durante los últimos meses pero aquellos que pueden realizan sus entrenamientos individualmente o con la compañía de sus padres y madres así lo hacen. Aún así la organización sigue moviendo hilos y desarrollando iniciativas para fomentar el deporte en La Bureba. «Cuando nos lo permitan además de salidas prepararemos charlas, talleres y campeonatos, todo lo que haga falta para que cuando nuestros niños abandonen la villa los domingos estén pensando en lo bien que se lo pasarán el siguiente sábado», explica Xavier, uno de los 9 miembros de la junta directiva. «No nos olvidamos de las clases de iniciación al kárate que tanto éxito tuvieron en verano, que se retomarán cuando nos dejen juntarnos en grupos», añade.
En la familia, compuesta ya por unos 60 socios sin contar con los menores, hay cabida para todos. Tener procedencia pozana no es un requisito a cumplir sino que desde el Club buscan el interés de los vecinos de otros pueblos para además de compartir vestuario y equipo los niños se conozcan y compartan sus aficiones. «Pelearemos para que exista un punto de unión entre varias localidades y entre todos ganar el pulso a la despoblación», afirma Domingo, portavoz de la Asociación.
El calendario de actividades comenzará en septiembre y finalizará en junio, siguiendo el curso escolar ya que en época estival «la diversión en Poza está asegurada».