El Ayuntamiento de Miranda tiene un problema con la conservación de las zonas verdes. La superficie ha aumentado en las últimas décadas, pero el personal municipal que las mantiene mengua. En teoría, el servicio está cubierto con las diez plazas asignadas en la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) del Consistorio.El documento se redactó cuando había menos espacios que atender y de la decena de jardineros hay dos que están en segunda actividad y no cuentan. Además, fuentes del departamento añaden que la plantilla está envejecida, por lo que cada vez hay más bajas y en un trabajo físico cuesta llegar a todos los puntos, por lo que la solución pasa por contratar empresas privadas que completen la tarea. Para este cometido, este año destinarán más de 250.000 euros.
Esta situación choca con la dinámica de incremento parques y jardines. Según los datos de Medioambiente, la Concejalía asume el cuidado de más de 600.000 metros cuadrados, lo que triplica el área existente a principios de siglo. El Ayuntamiento también tiene que vigilar las parcelas propias, lo que añade otros 250.000 que hay que desbrozar periódicamente, por lo que la responsabilidad total roza los 840.000 metros cuadrados. Además hay más de 10.000 árboles plantados, que también necesitan atención.
En el servicio critican que mantener todo esto con tan poco personal «es imposible». Ampliar la los empleados públicos requiere modificar la RPT, algo en lo que habría que implicar también a los sindicatos, por lo que serviría como solución pero ni mucho menos llegaría a corto plazo. Por eso, la Concejalía recurre al sector privado para completar el trabajo. En IU indican que este año el equipo de gobierno presupuestó 213.000 euros para estos contratos, aunque en el próximo Pleno ampliarán esta cantidad a través de un modificado de crédito con otros 40.000. El motivo, como indican trabajadores, es que habían agotado el dinero inicialmente previsto.
La cantidad de externalizaciones de los últimos años ha rondado los 200.000 euros, aunque la partida general asignada para Parques y Jardines en 2022 ascendió a 982.858 euros. Esta cifra prácticamente se calcó de las cuentas de 2021, aunque en 2020 el montante superó el millón de euros, de los que 246.000 acabaron en manos de las cinco empresas a las que suelen pedir ayuda.
En el departamento sostienen que este ejercicio el panorama ha empeorado por la suspensión de los programadas de empleo cofinanciados junto con la Junta de Castilla y León. Con este mecanismo, la administración local paliaba el déficit y en 2019 supuso la entrada de ocho jardineros, aunque solo de manera temporal, lo que no hace que el problema desaparezca.
La última ampliación llegó en el barrio de El Crucero, con la suma de otros 47.000 metros cuadrados verdes, aunque los vecinos han apuntado en más de una ocasión averías en el riego automático. Al margen de esta reciente incorporación al listado, el mayor parque está en La Charca, donde el Emiliano Bajo aporta 65.000 metros desde 2006. A estos hay que añadir otras áreas que ya estaban como los 92.000 de La Picota, donde la Fundación Coral realizó una plantación de 3.500 árboles y muchos no han sobrevivido.