Trabajo de lujo y en equipo

MÓNICA PURAS (SPC)
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La unión del cuerpo técnico del Nuestra Señora de Belén, liderado por Moisés Ichaso, ha sido clave este curso

Los integrantes del cuerpo técnico que han acompañado a Moisés Ichaso (i). - Foto: Patricia

El éxito del Nuestra Señora de Belén, que ha finalizado en la sexta plaza de la Primera Nacional femenina, se debe en gran parte al cuerpo técnico. En el camino como entrenador, Moisés Ichaso, se ha rodeado  de gente que le ha ayudado a crecer cada día y desde el primer momento se ha sentido orgulloso. Porque esta tarea es imposible hacerla solo. La unión ha hecho la fuerza entre los integrantes del 'staff', donde cada uno ha aportado su granito de arena en su rol.

Gustavo Alonso, ayudante técnico; Rubén Gutiérrez, entrenador de porteras; Julio Ortega, delegado de equipo; Laura Asturias, fisioterapeuta; José Luis Pardo, psicólogo; Ana Lucio, médico; José Ramón Mata, delegado Covid, junto a delegados de campo y encargados de material, parecen haber remado en la misma dirección y acumulan una temporada de experiencia muy satisfactoria juntos.

Piensan casi de idéntica manera y parecen haber formado una mentalidad futbolística similar. Gustavo Alonso lleva muchos años colaborando con Moisés Ichaso en los banquillos, aunque su trabajo parezca fácil, no lo es. Si hace balance de la temporada, abrevia diciendo que «ha sido un lujo. Al principio, pensábamos en no descender y a mitad de curso ya habíamos cumplido el objetivo. En un cuadro, como el madrileño, que es una locura». 

Salvo la entrada al vestuario, Alonso aprecia pocas diferencias en cuanto al fútbol masculino y femenino. «Nosotros tenemos una idea clara del juego con los chicos y funciona igual con chicas. A la hora de mandar ejercicios con ellas es más cómodo, los chicos te juzgan más», confiesa. En su rol como segundo entrenador, asegura que su trabajo en la estrategia ha estado bien, «hemos metido muchos goles de córner y de falta. Defensivamente hemos recibido pocos goles. Yo también me encargo de los calentamientos y estiramientos», afirma.

Durante las sesiones o los partidos de fútbol, el míster suele preguntar su opinión. «Moisés es súper exigente, tiene las ideas muy claras y no permite que nos desviemos del plan, pero es que yo generalmente tengo sus mismas ideas y su mismo estilo», añade. Alonso no es de apuntarse medallas, «Moisés se estudia todo, pero creo que el éxito se debe a las jugadoras, aportan esfuerzo, dedicación, fuerza, empuje hasta el minuto 95. Intentamos que nuestras ideas se plasmen en el campo, pero como ellas no las lleven a cabo no sirve de nada. Todas lo han hecho. Si los resultados te acompañan todo ayuda a crecer. Había muchas nuevas, tenían estilos diferentes, procedían de otras categorías, algunas tienen hasta 10 años de diferencia y algunas con 15 años son titulares indiscutibles. Todas se han adaptado», asegura. 

«Ganar al Atlético en el Wanda fue un empujón y que el Real Madrid nos pidiera la hora aquí y empatarle en Valdebebas fue increíble. Una vez que tus objetivos se han cumplido todo lo demás es disfrute y beneficio», rememora con un sonrisa.

Fortaleza grupal. Para Rubén Gutiérrez, entrenador de porteras, esta ha sido su primera experiencia en la versión femenina. «Aroa, Elsa y Leti han tenido muchas ganas de trabajar desde el primer día y se han intentado ganar el puesto cada semana», apunta. 

El trabajo bajo palos es muy semejante entre chicos y chicas., «las diferencias están en pequeños detalles. No en nivel, pero por ejemplo en fuerza, sí se nota, aunque en ganas por trabajar no hay diferencias», señala. Su máxima aportación es «en el saque, golpeo de balón y, sobre todo, en que sientan confianza en sí mismas. Los chicos pueden fallar y le pueden dar vueltas a la cabeza, las chicas fallan y le dan tres veces más vueltas a las cosas».

Las lesiones y la pandemia han jugado una mala pasada al Nuestra Señora de Belén UBU. En su primera experiencia como fisioterapeuta en un equipo de fútbol, Laura Asturias, declara que «es muy diferente al trabajo que he venido desarrollando desde siempre que es el de consulta. La experiencia ha sido muy positiva porque las chicas ayudan mucho. Esta temporada ha sido bastante dura. Hasta que coges la rutina es complicado. Viajes, fines de semana... Pero he estado muy a gusto. Las lesiones nos han hecho daño», asevera mientras nombra a Celia con lesión de rodilla casi un año, Claudia con lesión de rodilla, Paula de tobillo que duró tres meses, Jimmy con rodilla...  

Por su parte, Julio Ortega ya había ejercido como delegado del Inter Vista Alegre masculino, pero se confiesa orgulloso de haber accedido a formar parte del cuerpo técnico del equipo femenino. Su máxima aportación le ha llegado por su función como excolegiado, «creo que la figura de un exárbitro en los clubes es muy necesaria porque los futbolistas deben saber las reglas del juego, no aprenderlas como un árbitro pero sí saber ciertas cosas para crecer y poder llegar a un nivel top. La temporada ha sido bonita y el equipo ha competido bien. El resultado es uno de los mejores y las chicas son fantásticas», concluye Ortega.

ARCHIVADO EN: Fútbol Femenino