La construcción de un bloque de doce viviendas en el número 5 de la céntrica calle de Claudio Moyano de Valladolid ha sacado a la luz los restos de la única mezquita mudéjar hallada en España, un complejo que habría sido construido entre 1411 y 1415 y que fue derribado en el verano de 1506, como consecuencia de los ordenamientos de la pragmática de bautismo obligatorio promulgada en 1502. Este hallazgo, calificado como «mucho más que excepcional» por la medievalista y doctora en Historia de la Universidad de Valladolid, Olatz Villanueva, constata por primera vez la presencia musulmana a orillas del río Pisuerga.
Un descubrimiento que evidencia como, a pesar de que en la cuenca del Duero, al norte del Sistema Central, nunca hubo una ocupación política de Al-Ándalus, el Islam que se puede encontrar en esa zona es un «Islam mudéjar, vivido en minoría, permitido por la mayoría cristiana castellana», según la arqueóloga. «La ciudad de Valladolid tuvo una comunidad musulmana importante desde los primeros siglos de la Edad Media que, como sucedió en otras ciudades a principios del siglo XV, fueron obligados a recluirse en un barrio propio: la Morería», explicó Villanueva, que participó durante tres meses en los trabajos arqueológicos junto a profesionales de la Comisión de Patrimonio, Patrimonio Inteligente y Pavalgán, promotora de las viviendas.
Los trabajos de excavación, investigación y documentación han permitido a los expertos documentar arqueológicamente «interesantes vestigios» como la sala de oración en su totalidad y la casa del alfaquí -experto de la ley musulmana-, entre otras habitaciones. En este inmueble se acumulan en un «espacio reducido» una «gran» cantidad de restos «reveladores» del pasado de Valladolid y se trata de un «excepcional» hallazgo porque no se conoce «ningún» resto arqueológico de otra mezquita mudéjar «ni en Castilla y León ni en España», como subrayó Villanueva.
«Lo que no se había constatado físicamente hasta ahora es la existencia de restos de una presencia musulmana que tenía una gran actividad económica, comercial y artesanal. Son restos magníficos desde el punto de vista del hallazgo científico histórico», valoró el director general de Patrimonio, Enrique Sáiz.
proyecto cultural. Tanto por su estado de conservación como por su «excepcionalidad», los vestigios atesoran una importancia «científica, histórica y patrimonial muy significativa», por lo que estudiarán la «posibilidad» de la puesta en valor de los restos. En este sentido, Enrique Sáiz aseguró que desde la Junta se pretende que la yacimientos de «alcance histórico» no se «conviertan en una pega» si no que supongan una «interesante actividad» para «poner en valor» con su difusión y visita la edificación desde «un punto de vista histórico».