Los montañeros burgaleses Ángel Rubio, Fernando Beato, Eloy Díez y Amancio González se han unido a una iniciativa de divulgación de la esclerosis lateral amiotrófica (ELA, una enfermedad neurológica progresiva y todavía incurable) que tiene como objetivo llevar al Everest -la cumbre más alta de la cordillera Himalaya- a una persona diagnosticada de esta enfermedad, que provoca pérdida de movilidad hasta el punto de impedir acciones vitales como comer o respirar. 

La expedición partió ayer y está conformada por los cuatro burgaleses, que representarán a la asociación ELACyL -con sede en Burgos-, pero también por alpinistas de otras entidades de afectados por este tipo de esclerosis. El objetivo es llegar al campo base del Everest (5.364 metros) para reivindicar su derecho a vivir con dignidad en lo que los colectivos participantes han llamado 'un grito de vida'. 

De esta manera se cerrará un proyecto mucho más amplio ('Los cinco gritos de lucha contra la ELA'), que ha consistido en repetir la misma acción en otros lugares: la Antártida, el Teide, Pico Urriellu (Picos de Europa) y Bruselas. Siempre con el propósito de divulgar la enfermedad y el derecho a vivir con dignidad mediante avances en la investigación de esta enfermedad, aún incurable y sin tratamiento específico alguno.

La iniciativa que acaba de comenzar su andadura, con primera parada en Nepal, se ha llamado HimELAya Grito de Vida y no solo pretende culminar con éxito la llegada de todo el equipo al campo base del Everest, sino que se transformará en documental que se proyectará en plataformas virtuales y físicas.

De los cuatro montañeros burgaleses, Amancio López está implicado con la asociación ELACyL desde el principio, ya que es socio fundador. La presidenta de la entidad, Rosa Gómez, afirmó que «estamos encantados de que los montañeros lleven el nombre de ELACyL a lo más alto del mundo y den visibilidad a la enfermedad».