La odisea de subir al autobús

C.M.
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La Asociación Las Calzadas echa en falta la accesibilidad universal en el transporte público. Técnicos y usuarios elaboran un informe con las carencias: planos y horarios que no se entienden y falta de información en las paradas

Los usuarios muestran los problemas que tienen con los mapas en las paradas. - Foto: Patricia González

Lo que para muchas personas es una acción cotidiana que realizan de forma mecánica y sin realizar ningún esfuerzo para otros se convierte en una odisea. Por ejemplo, algo tan sencillo como viajar en autobús urbano puede resultar de una gran complejidad para las personas con alguna discapacidad. Si en el ámbito de la accesibilidad física y sensorial se ha avanzado mucho con vehículos adaptados que cuentan con rampas o dotados de paneles luminosos o altavoces que anuncian las paradas no ha sido así en el cognitivo, que es el que beneficia a las personas con dificultades de comprensión. 

Conscientes de este problema, la Asociación Las Calzadas, que vela por los derechos de las personas con discapacidad intelectual y sus familias, ha realizado un estudio sobre la accesibilidad del transporte público en la ciudad que ha dado como resultado un documento en el que se ponen de manifiesto y se hacen una serie de recomendaciones a los responsables municipales para su mejora. 

En el proyecto participaron ocho usuarios y dos técnicos, que analizaron la página web del Ayuntamiento en la que se ofrece información sobre movilidad y las paradas y el trayecto en autobús en una de las líneas. La elegida fue la 3B barriada San Juan Bautista-Vista Alegre por Río Vena.

Grupo de usuarios y técnicos de la asociación que han colaborado en el estudio.Grupo de usuarios y técnicos de la asociación que han colaborado en el estudio. - Foto: Patricia GonzálezEn cuanto a la página web, la complicación empieza al tener que acceder a la genérica del Ayuntamiento y desde ahí al apartado de autobuses. El exceso de información que se ofrece dificulta a los usuarios encontrar el apartado de las líneas que hay en la ciudad. Si se ha conseguido llegar hasta ahí, la siguiente dificultad es pinchar en el documento que ofrece información sobre todas las líneas y luego cada una de ellas. Son demasiados pasos para personas con discapacidad cognitiva. El plano que incluye el recorrido tiene unos puntos que representan las paradas y están muy juntos, además los nombres de la paradas se leen en vertical hacia arriba, lo que dificulta la lectura. 

También resulta complejo entender el horario de cada una de las líneas al aparecer en formato digital (13:30 horas) y poner laborables o festivos en lugar de lunes a viernes o sábados y domingos. La misma situación se vive en las paradas, en algunas no hay marquesinas y en las que sí existen los planos tampoco son comprensibles. 

La Asociación Las Calzadas recomienda que todas las paradas tengan un elemento de información sobre las líneas (poste o marquesina). En el caso de que sea poste, que se indique claramente con un pictograma que es una parada de autobús y tenga plano y horario. También reclaman que en cada parada se ponga el nombre para saber dónde se está y que no se incluya abreviaturas. 

colores y pictogramas. Los usuarios consideran que serían de gran ayuda que cada línea tuviera un color y que en los planos se incluyan fotos de lugares emblemáticos de la ciudad (plaza España, plaza del Cid para una mejor orientación. 

También plantean que cada recorrido tenga un número diferente que no haya línea 3 y 3B, por ejemplo. y que se avise mediante voz en las paradas. "La eliminación de barreras cognitivas es muy importante no solo para personas con discapacidad intelectual sino para los turistas o personas que desconocen la ciudad", indicaron Cristina Urgoiti y Cristina Huerta, técnicos de la asociación que han participado en el estudio. En este sentido, recuerdan que el transporte público es un servicio importante que usan a diario miles de personas. 

Los usuarios María Eugenia Saiz, Amalia Gil, Javier Gallo, Patricia Martínez, Elena Martínez, Carmen García y Begoña Calvo han colaborado en el documento, así como la técnico de Plena Inclusión Esther Martín. El concejal de Movilidad, Josué Temiño, conoce ya el informe y espera poner en marcha alguna de sus aportaciones.