Con la cercanía del verano, los vecinos de la comarca cada vez preguntan más por la apertura de las piscinas municipales. Tres de los municipios de la entidad mayor, Medina de Pomar, Villarcayo y Espinosa de los Monteros, cada vez tienen más claro que abrir, aunque no el modo en que organizarán la entrada en las instalaciones, cuyo aforo va a estar limitado en función de su lámina de agua, su zona verde y la capacidad de sus vestuarios y zonas comunes. En la videollamada mantenida ayer con el delegado territorial de la Junta de Castilla y León y el subdelegado del Gobierno las dudas sobre las piscinas se mantuvieron buena parte del tiempo, aunque siguen siendo muchas.
Entre los grandes municipios de la comarca y de la provincia se ha llegado al acuerdo no escrito de que "todos o ninguno" abrirán las zonas de baño para evitar los desplazamientos masivos de unas poblaciones a otras solo por el hecho de contar las segundas con las piscinas en funcionamiento. De ahí, que la decisión sea mayoritariamente la de "todos" hacia adelante, "aunque el protocolo es muy restrictivo y va a generar mucho déficit económico", como señala el alcalde de Villarcayo, Adrián Serna.
Concretamente en el complejo villarcayés de Las Francesas, si solo puede entrar el 30% del aforo, como está situado, puede acceder a la vez 220 personas. Esto obliga a organizarse en los días punta con muchos más bañistas potenciales de los que pueden entrar. Limitar la entrada por días o franjas horarias son algunas de las posibilidades, aunque la ventaja para el norte es que antes de que llegue julio podrá mirar hacia comunidades, como Andalucía, que va a abrir sus piscinas, y tomar nota de los métodos que allí resultó más acertados para acatar los protocolos COVID-19.
Todos los ayuntamientos van a ir preparando las instalaciones. El Náutico de Medina ya tiene el césped cortado y el vaso vacío. Al alcalde medinés, Isaac Angulo, también le preocupan los precios de las piscinas, "porque no se pueden modificar de la noche a la mañana y no se pueden cobrar lo mismo, si hay limitaciones para acceder a ellas". Angulo admite que "está muy complicado, pero habrá que diseñar un plan para respetar las limitaciones de aforo".
Raúl Linares, en Espinosa de los Monteros, tiene claro que "hay que ofrecer algo a quienes vienen a visitarnos a los pueblos, a pesar de que va a ser un servicio deficitario". Este municipio acaba de licitar la gestión del bar de las piscinas. Su alcalde es consciente de que será precisa más vigilancia, como exige el gobierno, para que se mantengan las distancias de seguridad, pero se muestra específicamente a pintar parcelas para delimitar donde pueden extender sus toallas los bañistas. Asimismo, espera que Sanidad concreta más las normas.