Burgos cuenta con un nuevo competidor en la compleja carrera por ubicarse en el mapa logístico nacional. La Rioja inaugura estos días su primer centro intermodal, un puerto seco que pondrá en marcha un primer servicio de trenes de mercancías con destino al puerto marítimo de Barcelona. Estas instalaciones, ubicadas en las antiguas naves de Altadis en el polígono industrial de El Sequero, en la localidad de Agoncillo (cercana a Logroño), aspiran a brindar los mismos servicios ferroviarios de exportación e importación que ya se prestan desde Villafría o Miranda.

El proyecto, impulsado por la empresa riojana Transportes Royo, ha sido declarado de Interés Estratégico Regional y el Gobierno de La Rioja ha comprometido además una aportación de 3,6 millones para complementar los 15,5 millones en los que está presupuestado.

El respaldo público busca posicionar a estas instalaciones en el norte peninsular y permitirá agilizar trámites administrativos y ubicar en las mismas una zona franca, servicio clave en el comercio exterior. El centro multimodal cuenta con 90.000 m2 de naves construidas en una parcela de 212.000 m2. Su principal valor radica en que dispone de una conexión por vía férrea, utilizada antiguamente por la tabacalera para traer materia prima.

La inversión regional se destinará, entre otros fines, a la construcción de una segunda vía de 750 metros de longitud (que permitiría operar con hasta 14 trenes semanales/800 contenedores) y a crear una superficie de 12.000 metros para ubicar los contenedores.

Mientras se desarrollan las obras, desde El Sequero saldrá un tren semanal con destino al puerto de Barcelona y se negocia hacer lo propio con el puerto de Bilbao. La idea, en ambos casos, es alcanzar los 3 o 4 trenes semanales antes de que finalice el presente año.

Competencia. La puesta en marcha del puerto seco riojano es vista como una competencia nueva desde Burgos que, hasta ahora no había tenido en cuenta a la comunidad vecina en su estrategia por posicionarse en el mapa logístico del norte de España. "Los contenedores que salgan desde El Sequero no lo harán desde otro lado, aunque la principal competencia de Burgos sigue estando en Zaragoza, que está a años luz en desarrollo logístico", señala Gonzalo Ansótegui, director del Centro de Transportes Aduana de Villafría y conocedor del puerto seco de La Rioja.

Actualmente, desde Burgos hay un servicio de 8 trenes semanales a Barcelona (3), Valencia (1), Bilbao (2) y Huelva (2). El Puerto Seco local cubre la mayor parte de la geografía marítima nacional para exportación e importación, salvo en el puerto de Algeciras. En este caso, la falta del Corredor Central ferroviario, y más en concreto, la del tramo del Tren Directo Madrid-Aranda-Burgos, penaliza esta conexión en favor de la futura autopista ferroviaria Algeciras-Zaragoza-Francia.

"Burgos es una terminal consolidada porque puede atender trenes con rapidez y eficacia. La Rioja aún tiene que hacer rentable su servicio ferroviario, necesita empresas que lo utilicen de una forma continuada, que generen suficientes frecuencias de trenes y que den sentido a la inversión en maquinaria de transporte y personal que requiere una terminal de estas características", apunta Ansótegui, quien añade que un proyecto de esta envergadura necesita tiempo.

Los principales clientes de los trenes de Villafría a Barcelona son las empresas burgalesas del sector químico, el alimentario y la automoción. Estos convoyes son operados la empresa Sinergy, la misma que lo hará en La Rioja y en los puertos secos de Miranda de Ebro o Noain (Navarra), los más afectados por este nuevo competidor.

Entre los clientes potenciales del nuevo puerto seco están las empresas de la agroalimentación, la automoción, fabricantes de envases, calzado y el sector del vino, entre otras.