Los concesionarios tienen más pedidos que coches para vender

I.M.L.
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El interés por cambiar de vehículo sufre un repunte en la Ribera tras año y medio de parón y las marcas intentan dar respuesta a los clientes lo antes posible, pero los plazos de entrega se dilatan

El concesionario de Ural Motor, del grupo Ureta, en Aranda celebró una jornada de puertas abiertas. - Foto: Valdivielso

Los concesionarios que trabajan en territorio ribereño empiezan a ver cómo incrementa su clientela poco a poco, una vez que la reactivación de la economía se está asentando en la zona después de año y medio de incertidumbre. Los profesionales del sector vienen detectando como muchos consumidores empiezan a interesarse por renovar sus vehículos. 

Frente al aumento de la demanda, las marcas se están enfrentando al problema de falta de componentes y, por lo tanto, la ralentización de la fabricación está impidiendo un mayor despegue de las ventas. «Ha habido un repunte de las matriculaciones a partir del coronavirus pero hay un defecto de fabricación de los componentes, con lo cual en estos momentos de situación inédita tenemos más posibles compradores de coches», destaca Fernando Andrés, del Grupo Ureta Automóviles, que acaba de incrementar su cartera de marcas con la alemana Volkswagen.

Para solventar esta situación, desde su concesionario en Aranda tienen una cartera de pedidos en la que están «tratando de dar soluciones de movilidad aquellas personas que por razones personales necesitan el poder disponer inmediatamente de un coche», expone Andrés.

Entre las opciones de movilidad que van buscando los clientes a los concesionarios, la del coche eléctrico todavía es testimonial. Aquellos que lo tienen claro son los que disponen de una alternativa para poder recargarlo de forma cómoda, pero la falta de infraestructuras en la zona está lastrando el despegue de esta nueva modalidad de vehículo. «La evolución del vehículo eléctrico va a ser paulatina porque nos falta la infraestructura para ello, aunque es inevitable pensar que el coche con otras alternativas de energía será el futuro», remarca el consejero delegado del grupo Ureta Automóviles.

Otro panorama bien distinto es el de los vehículos de segunda mano, que está sirviendo para solventar los problemas urgentes de necesidad de cambio de coche o furgoneta de trabajo. La escasez de ventas durante un año y medio ha propiciado que la oferta actual pueda dar una respuesta rápida a los interesados. «Llevamos meses con muy pocas ventas, lo que ha hecho que tengamos mucha oferta de vehículos en stock», explica el responsable de uno de los concesionarios especializados en segunda mano en Aranda. Este escenario podría estancarse a medio plazo si no cambia el panorama del sector de la automoción a nivel internacional. «Estamos viendo que la demanda es mayor que la oferta, podía darse la circunstancia de que nos quedemos sin vehículos atractivos para la venta, esos que aunque sean de segunda mano tienen aún muchos kilómetros por recorrer con un buen mantenimiento», reconoce este profesional, con la mirada puesta en el mercado del vehículo nuevo. «Si no se venden más coches a estrenar, la gente no va a dejar el suyo usado y nos quedaremos sin alternativas para ofrecer a los clientes», sentencia.

En cuanto al tipo de vehículos que están teniendo más salida en la comarca ribereña, ganan por goleada los coches o monovolumen, es decir, los de uso particular o familiar. La venta de vehículos pensados para el trabajo, como pueden ser las furgonetas, está aún en cifras muy bajas, considerando que las empresas, sobre todo autónomos y pymes, están empezando a reactivar sus negocios y no se plantean todavía la inversión en una mejor o más nueva solución de movilidad para sus labores.