Derribarán las gradas de San Cristóbal para evitar el botellón

C.M.
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Los trabajos en el centro municipal del barrio los realizará la Brigada de Obras. La remodelación del edificio está a falta de remates

La zona está muy deteriorada y contrasta con la reciente reforma del inmueble. - Foto: Jesús J. Matías

El Ayuntamiento de Burgos derribará la gradas situadas frente a la fachada principal del centro municipal de San Cristóbal para evitar que se usen para hacer botellón. La actuación en este anexo del inmueble no se incluyó en las obras de reforma y ahora el equipo de Gobierno ha decidido eliminar este elemento a petición vecinal. 

«En su día se pensó como una zona de reunión y para hacer espectáculos pero en realidad se ha convertido en un lugar de botellón y está muy deteriorado. Además, ahora que se ha remodelado el centro le quita visibilidad», aseguró la concejala de Patrimonio Municipal, Sonia Rodríguez. 

En un principio se había pensado en que la actuación la hicieran alumnos de los planes de empleo de albañilería pero no es factible, al tener mucho hormigón. De modo, que será la Brigada de Obras, que dirige el concejal Miguel Balbás, la que se ocupe de llevar a cabo el derribo en las próximas semanas, dentro de la programación de esta área municipal. 

La reforma del inmueble, en la que se han invertido 205.000 euros, está tan solo a falta de remates y ha consistido en la colocación de fachadas ventiladas que han cambiado por completo la imagen, la mejora de la cubierta y la eliminación de las humedades en su interior, el pintado de todas las dependencias.

La recepción de las obras se producirá en las próximas semanas, dado que todavía quedan por acometer algunos remates. Una vez concluidas las obras, habrá que proceder a su limpieza y organización de las dependencias. 

Según indican desde el Consejo de Barrio, las actividades no se retomarán hasta septiembre, dado que no tendría sentido organizarlas a dos meses vista del verano.

Cabe recordar que la remodelación se adjudicó en junio del año pasado pero el inicio de las obras se retrasó hasta noviembre debido a la falta de materiales. El centro municipal lleva cerrado desde hace tres años, dado que en pandemia se clausuró y luego ya no se abrió ante el inminente inicio de las obras al ser incompatibles con el uso del edificio.