Aunque 2022 resultó un año muy dulce para la trayectoria de Claudia Halley, con la participación en el Sonorama tras ganar el concurso Talento Ribera como guinda del pastel, la artista burgalesa confiesa que necesitaba dar un golpe en la mesa y sentía que tenía que dejar atrás las emociones que se agolpaban en Iridiscencia, su anterior disco, que le dio muchas alegrías, pero arrastraba la marca de ser alumbrado en pandemia, durante un «momento vital personal bastante regular». El cuerpo le pedía ponerse a bailar, liberarse de cargas, disfrutar, pero sin frivolizar. Con esas urgencias se puso a componer con Javi González, a quien conoció tocando en una boda y con quien comparte este proyecto, aunque mantenga el nombre. Ese trabajo dio lugar a cinco canciones, que, al paso de las nuevas modas de la escena musical, se publicarán una a una, de manera individual, en todas las plataformas digitales. La primera, Satélite, salió el pasado 3 de marzo. La segunda, ¿Hay alguien aquí?, aparecerá este viernes. Las dos con portada y videoclip de Sergio Ibannez. «Nos parecen todas tan especiales que queremos que todas tengan su protagonismo y su mimo». Y todas se estrenarán en directo en un concierto el sábado 1 de abril en La Rúa. Después, el 15 de abril, tocarán en el San Martín Fest, en un cartel encabezado por Macaco.
La elección de Satélite como carta de presentación tras este giro abunda en esa necesidad de contagiar vitalidad en quien la escuche. «Me gusta que, aunque la letra sea sensible y hable de temas profundos, vaya acompañada con una melodía alegre, sin perder lo que para mí es la música, que es una herramienta de desahogo y de comunicación. Lo bonito de una canción es que alguien se sienta identificado con ella», defiende y observa que en esta dirección caminan las demás, excepto la que llega este viernes.
Claudia Halley vuelve con cinco canciones cargadas de vitalidad. - Foto: Valdivielso«¿Hay alguien aquí? es un alienígena. Es muy electrónica, muy moderna, muy actual. Frente a Claudia Muñoz, una chica más tímida, callada e introvertida, llena de miedos e inseguridades, su alter ego es todo lo contrario. En esta canción, Claudia Halley demuestra que se come el mundo por los pies», resume mientras se le ilumina la mirada.
De las tres restantes, que se escucharán en los próximos directos, pero no se publicarán hasta más adelante, no avanza nada. Todas se grabaron en los Estudios Neo Music Box de Aranda, con José Caballero como técnico de sonido y Samu Peñas como productor, mientras que la masterización la firma Santiago Barrios (Masternort).
Su hoja de ruta se mantiene abierta. Toda la banda, con Rodrigo Vázquez (teclas), Dani López (batería), Roberto Calvo (bajo) y el citado Javi González (guitarra), ya ensaya en su local de Andén 56 para los bolos burgaleses y los comprometidos en Valladolid y Madrid. Luego, ya se verá. Piano piano. «A pesar de ser ambiciosos, no dejamos de ser un grupo local todavía, tenemos los pies en la tierra», aclara feliz de formar parte del actual momento de la música burgalesa, una edad de oro donde, además, las mujeres cada vez cuentan con más presencia. Ella, de momento, solo quiere poner a todos a bailar.