El 'Efecto Mariano'

J.A.D.C.
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La llegada a orillas del Duero del técnico barcelonés, clave para sacar del coma a un Tubos Aranda Villa de Aranda hundido hasta el momento y que ya mira de cerca la salvación

Mariano Ortega dialoga tras un tiempo muerto con su segundo de a bordo, Ignacio Navarro - Foto: Luis López Araico

El Tubos Aranda Villa de Aranda descansa este sábado de su particular reto de conseguir la permanencia un año más en División de Honor Plata y lo hace con los deberes cumplidos tras la reciente victoria cosechada en Ciudad Real (25-26). Un escenario posible gracias al duro trabajo de entrenamiento diario de las últimas semanas, pero una realidad también tangible que parece tener origen en un detonante concreto: la llegada de Mariano Ortega a orillas del Duero.

Así al menos lo demuestran los datos conseguidos por el equipo desde que el técnico barcelonés desembarcara en Aranda el pasado mes de diciembre. Un movimiento que servía con el tiempo para enderezar paulatinamente el rumbo ribereño en liga (hasta el momento el club era penúltimo con ocho puntos únicamente por delante de Teucro, colista con cero), pero también para hacer regresar viejas sensaciones olvidadas a las gradas del Príncipe de Asturias.

Todo además, fruto de un ligero cambio de sistemática en pista que, focalizado en potenciar dos pilares fundamentales de juego, el aumento de la velocidad de circulación (algo que ha venido bien a las características individuales de Nico López o Javi Domingo), y el aprovechamiento de los contragolpes, ha permitido dar un gran lavado de cara a la entidad.

En virtud a ello, el Tubos Aranda ha conseguido hacerse más fuerte ante sus rivales durante los encuentros, pero también mejorar prestaciones competitivas día a día. Punto éste, que ha permitido elevar a un 54% el porcentaje de victorias tras la llegada de Ortega al banquillo (deteniendo el total en un 45% por el 36% existente hasta entonces), y  optimizar números en ataque y defensa para ajustar el promedio actual con él hasta el positivo de 27,09 goles a favor y 26,18 en contra por los 25,55 a favor y 27,18 antes de su incorporación.

Más corales. El aspecto colectivo es otra tarea que se ha encargado de modificar el de Esparraguera tras su aterrizaje en Aranda. Y es que, a pesar de que el 'triunvirato' Elustondo- López-Domingo siga copando sobre su espalda la mayor parte del peso del juego, la continuidad con los extremos y la distribución de minutos en pista de actores secundarios olvidados hasta la fecha, ha terminado por revelarse como uno de sus caballos de batalla ganadores. Lo pone de manifiesto la irrupción estelar en la derecha del lateral iraní Benham Golabi. Una pieza relegada prácticamente al ostracismo antes de la firma de Ortega, y que ha terminado por sumar y pasar de 3 goles en 11 lanzamientos (un 27% de efectividad), a 18 en 29 (62%), en el mismo número de partidos (11).