El Ayuntamiento de Miranda renunció en el verano de 2021 a una nueva Ponencia de Valores, que hubiese repercutido en una renovación del precio catastral de las viviendas y otro tipo de propiedades. La negativa tuvo un efecto directo en el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) porque esa revisión habría reducido el recibo para 24.485 mirandeses. Los responsables municipales consideraron que no se cumplían las expectativas, ya que el examen incrementaba la factura en 11.828 casos. 12 quedaban en el mismo nivel y en 177 faltaba información para la modificación.
En el informe desfavorable emitido por la responsable de Hacienda, Matilde Fernández, el Ayuntamiento explicaba la postura municipal, que solicita desde hace años un cambio respecto a la ponencia actual, que se hizo en 2011 con precios superiores a los actuales. Para empezar, justificaron el rechazo porque entendían que la valoración «no era igualitaria». El Ayuntamiento no estaba conforme, ya que consideraban injustificado?s los incrementos en áreas como el PR1, El Lago, Los Ángeles, Bayas, El Crucero y las entidades locales menores.
La mayoría de estas zonas -salvo el PR1 donde se concentra la vivienda nueva y también existe VPO- se caracteriza por ser casas unifamiliares con terreno. Por este motivo subía su valoración, pero en el Ayuntamiento rechazaban el incremento, aunque asumían que existía «una demanda al alza de las viviendas de estas zonas».
El problema estaba en que los responsables municipales se excusaban en que «no deja de ser una circunstancia extraordinaria y puntual, desconociendo si va a seguir en el tiempo». Hay que tener en cuenta que si el Ayuntamiento aceptaba, el cambio repercutiría durante «al menos los próximos 10 años». Además, en los despachos municipales alegaban que «fundamentalmente en El Crucero Viejo, Los Ángeles, Bayas y las entidades menores siguen viviendo familias de rentas bajas».
Con estos argumentos el Ayuntamiento negó el cambio. Por eso, el recibo del IBI continuará igual para los 24.485 bienes e inmuebles de la zona centro y barrios como La Charca o Anduva, donde el recibo sí que hubiese descendido. La caída se hubiese notado mayoritariamente entre un 10 y un 30% menos. Esa franja hubiese afectado a 12.685 bienes, aunque también había 5.463 casos cuya rebaja hubiese sido del 30.01% al 50%, y por encima todavía existían 1.385 inmuebles con una hipotética bajada que podría llegar al 96%.
Respecto al distribución en las subidas, la franja mayoritaria también estaba entre el 10 y el 30%, en las que se veían afectados 5.136 bienes de los 11.828 para los que la nueva ponencia establecía una subida.