La operación Lataba desarrollada por efectivos de la Guardia Civil enBriviesca y Asturias comenzó con 8 detenidos en noviembre de 2018 y ha terminado con 4 condenados a un total de 10 años de prisión, dos varones y sus respectivas compañeras sentimentales. La primera pareja residía en la capital burebana y la segunda en Mieres, desde donde distribuía la droga el cabecilla de la banda, un burgalés nacido en 1967.

Aunque la mayor parte de los arrestos se produjeron en tierras asturianas, la investigación de la Benemérita comenzó en Briviesca, cuyo Juzgado Único instruyó la causa. Así, la sentencia ha sido dictada por la Audiencia Provincial de Burgos tras una conformidad (acuerdo) entre las partes que evitó la celebración del juicio, señalado para primeros de septiembre.

En el sucinto relato de hechos, se declara probado que J.M.M.H., oriundo deBurgos, se dedicaba al menos desde agosto de 2018 al tráfico de estupefacientes y que suministraba mercancía a S.A.C., nacido en Bilbao en 1973 y residente en  Briviesca, donde distribuía la droga ayudado por su compañera sentimental. Inicialmente, la GuardiaCivil también implicó a una amiga de esta pero durante la instrucción quedo exculpada.

El juzgado autorizó el 5 de noviembre la entrada y registro de los dos domicilios.En el de la capital burebana, los agentes se incautaron de una bolsa de plástico con una sustancia rosácea que resultó ser anfetamina, con un peso neto de 83,78 gramos y un 10,29% de riqueza. Puesta en el mercado, habría alcanzado los 2.224 euros.

En el domicilio que compartían J.M.M.H. y su pareja en Mieres, los agentes encontraron 34 gramos de cocaína de distinta pureza (entre 37,6 y 82,55%), valorada en 2.900 euros, así como cafeína destinada para cortar la droga y diversos útiles para la preparación y distribución de las dosis, además de pequeñas cantidades de dinero.
La Audiencia Provincial considera probado que las mujeres auxiliaban a sus novios en las labores de venta,«acudiendo cuando éstos las llamaban para proveerles de básculas de pesaje, envoltorios y otros útiles» o «poniendolos en contacto con posibles clientes».

Los dos hombres, que estaban en prisión provisional, aceptaron cumplir una pena de 3 años de prisión, con la atenuante analógica de drogadicción, pues ambos son policonsumidores. Además, tendrán que pagar sendas multas por el valor de la droga incautada.Las parejas no entrarán en la cárcel, al pactar cada una 2 años de prisión y 1.500 euros de multa.