¿Cómo ha afectado la pandemia a los jóvenes?

SPC
-

Un informe revela que están más bajos de ánimo e irritables, beben y fuman menos y reducen el uso del preservativo

¿Cómo ha afectado la pandemia a los jóvenes? - Foto: Christian Castrillo

Los efectos de la pandemia de la covid-19 siguen dando la cara, también entre los adolescentes de Castilla y León, que se sienten más bajos de ánimo e irritables, duermen peor, han perdido vitalidad y han cambiado algunas conductas. La más alarmante, que recurren menos al preservativo a la hora de mantener relaciones sexuales, con lo que puede implicar en embarazos no deseados y en enfermedades de transmisión sexual, y que el uso de la píldora del día después se ha disparado un diez por cierto. A ello se une que han subido algo de peso y son algo más sedentarios, no todo lo que se podía esperar tras meses encerrados y con limitaciones para practicar deporte; beben, fuman y consumen menos drogas, comen menos snacks y comida rápida, y se han 'enganchado' más al móvil. También, un 3,5 por ciento admite haber jugado con dinero en internet en este periodo.

Así lo pone de manifiesto la 'Encuesta de hábitos y estilos de vida en la población joven de Castilla y León' a cuyo avance de resultados ha tenido acceso Ical y que elabora la Consejería de Sanidad, en colaboración con Educación, con el objetivo de implantar estrategias preventivas. La edad media de los encuestados es de 16 años.

La mayor diferencia en cuanto a resultados con la edición de 2017-2018, corresponde a la sintomatología padecida por los adolescentes en los seis meses anteriores a la encuesta, es decir, entre noviembre de 2020 y mayo de 2021, período que coincidió con la segunda, tercera y cuarta ola. Así, más de dos tercios de los adolescentes considera que están bajos de ánimo y presenta nerviosismo y/o irritabilidad. 

Dificultades para dormir

En concreto, el 60,7% está más bajo de ánimo, un 18,3 por ciento más; el 67,7 por ciento, irritable, y el 67,8 padece nerviosismo, con un repunte medio del 15%, en ambos casos. A ello se une que han crecido un diez por ciento los que presentan dificultades para dormir, hasta alcanzar el 40%.

Además, la valoración del nivel vital en que se encuentran ha caído, sobre todo en las adolescentes del medio urbano y los jóvenes del medio rural. Hay una ligera tendencia a auto percibir un peor estado de salud; caen las cifras de los que consideran que es buena o muy buena, sobre todo en ellas, y aumentan los que consideran su salud regular, mala o muy mala. También entre las jóvenes es en quienes más ha aumentado el porcentaje de enfermedades diagnosticadas (un 6,4 por ciento más), principalmente alergias y cefalea. 

La encuesta arroja que han mejorado las relaciones familiares con los padres, en especial con las madres en el caso de las adolescentes. En cuanto a las relaciones sociales, progresan entre los chicos: son más los que salen con otras personas para distraerse, y los que opinan que los amigos tratan de ayudar y que se puede contar con ellos, un siete por ciento más. Sin embargo, el número de chicas que opina lo mismo cae.