San Juan del Monte vence a la covid-19

Ó.C.
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No fue como un año cualquiera, aunque las fiestas sí que se respiraron en la ciudad, que vivió una jornada especial. Los pañuelos y las blusas se dejaron ver sobre todo por la tarde y en los balcones muchos se acordaron de que el espíritu sanjuanero

El espíritu sanjuanero se dejó notar en las calles de Miranda. - Foto: Truchuelo

No fue un año más para los sanjuaneros porque no lo podía ser. Las fiestas de este 2020 quedaron suspendidas, pero el espíritu de San Juan del Monte no ha desaparecido, eso se mantiene. Por eso la tradición, con todas las precauciones, venció al virus, porque muchos mirandeses se acordaron de las fiestas en el día en el que el bombo tenía que haber salido de las aguas del Ebro, para llegar a la balconada del ayuntamiento y dar comienzo a las fiestas. Esto no se vio pero durante todo el día hubo colorido en la ciudad en una jornada que salió calurosa, por lo que las blusas se fueron a la cintura.

La Cofradía mantuvo los actos online para poner su granito de arena y demostrar que San Juan es fuerte. A las seis de la tarde estuvieron en la balconada y por las calles  hubo quien se asomó a su balcón porque la música de charanga sonaba desde alguna casa. Los más ingeniosos incluso hicieron una simulación del Bombazo, como en la rotonda que regula el tráfico entre Arenal y carretera de Logroño o en San Agustín junto a la iglesia San Nicolás, por lo que el ¡ese bombo! también se escuchó en este extraño 2020.

A pie de calle muchos se pusieron pañuelo, otros camisetas de sus cuadrillas y también los hubo que vistieron la equipación completa, aunque con la idea clara de que «no será igual», explicaban en uno de los grupos que se habían juntado para comer, claro está sin que se superaran las diez personas que hay de limitación y con todas las precauciones, porque muchos se habían customizado hasta la mascarilla para la ocasión.

Otro punto en los que se notó que las fiestas estaban presentes fueron los balcones, como no podía ser de otra manera en este estado de alarma. Hubo muchos en los que se lucieron los distintivos de las cuadrillas e incluso pancartas se dejaba ver en algunos edificios. También hubo algunos comercios en los que tras el mostrador se atendía con el pañuelo, como es el caso del kiosco de Juanan, en plena calle La Estación.

Vestida con la camiseta de El Expolio estaba la sanjuanera mayor, Begoña Franco, que reconoce que este San Juan para ella sí que será especial y la «emoción» es la palabra que primero le sale cuando quiere definir «aunque mis amigos se ríen un poco de mí». Ella fue elegida en representación del sector de la sanidad porque es  responsable del Área Asistencial-Residencial de la Residencia Mixta, por este motivo no esconde que «este año tenemos que adaptarnos a la situación de pandemia y ser responsables  por sanjuanes venideros que serán mejores», defiende Franco, que también se acordó de «la gente que ya no está».

Esto en la calle, aunque con más de cien años de historia en San Juan del Monte, en estas fiestas no solo hay que fijarse eso. También hay que ver la actividad en las redes sociales, donde los recuerdos fueron los protagonistas. Así se vivió esta edición 2020 aunque el espíritu sanjuanero también dejaba una cosa clara en la ciudad: en 2021 las fiestas serán las mejores.