El Banco de Alimentos entrega un 25% más a las entidades

H.J.
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Gracias a la donación de una segunda cámara frigorífica acaban de duplicar su capacidad de almacenamiento para guardar productos perecederos

Tareas de distribución y almacenamiento en la nueva cámara frigorífica que acaba de estrenar el Banco. - Foto: Luis López Araico

«Esta crisis es muy diferente a la anterior. Acaba de empezar y ya hemos visto cosas que no habían pasado nunca». Ana Ruiz, coordinadora del Banco de Alimentos de Burgos, relata cómo han vivido estas últimas semanas en las que se ha producido tanto una oleada de peticiones como de gestos de solidaridad que les permite estar bien abastecidos.

Si en el mes de marzo dieron salida a 126 toneladas de alimentos, en abril llegaron a las 167. Comparadas con el mismo mes del año anterior, cuando se registraron 134, se trata de un crecimiento cercano al 25%. «Llevamos muy poco tiempo, hay que comprobar cómo evoluciona todo y hay que tener en cuenta que hubo 13 entidades de consumo, principalmente comedores, que han estado inactivos hasta que pudiéramos pasar a la siguiente fase de desescalada», explica la coordinadora.

Nada más ponerse en marcha el estado de alarma empezaron a recibir muchas llamadas, de «gente que igual tenía sus ingresos procedentes de los mercadillos o que vivían de la economía sumergida y que de repente se quedaron sin un solo ingreso», relata. Sin embargo, en paralelo al crecimiento en las salidas han vivido una subida todavía mayor en las entradas hasta rondar las 300 toneladas, el doble que un mes normal, gracias a donaciones de empresas de alimentación que normalmente habrían destinado todo eso a hostelería. Lo que no consumen las entidades burgalesas se reparte a otros bancos con déficit o se mantienen como stock en sus instalaciones.

Precisamente en los últimos días, y gracias a una cesión, han recibido una nueva cámara de frío que ya está instalada y que permitirá más que duplicar la capacidad de almacenamiento de perecederos al pasar de 15 palés europeos a 30 incluyendo la mitad de ellos americanos, que tienen un  mayor tamaño.

Por suerte, el Banco de Alimentos de Burgos está de momento bien servido y no ha necesitado hacer un llamamiento a las donaciones. «No queremos limitar la generosidad de nadie cuando nos llaman, pero a algunos los hemos emplazado para dentro de unos meses, cuando quizás lo necesitemos más en el futuro, y porque creemos que no es el momento de alarmar sino de serenarnos y subrayar orgullosos la excelente reacción que han tenido los burgaleses», explica Ruiz.