Espinosa, a vista de columpio

J.D.M.
-

El taller de jardinería ha dado la vuelta al tramo urbano de la ribera del Trueba para crear dos miradores que aspiran a triunfar en las redes

El acceso al mirador del columpio gigante se realiza desde el paseo de la Castellana, bien por la presa y zona de baños o bien por la zona de la torre de los Velasco. - Foto: A.C.

Cuando se trata de mejorar tu pueblo, las ganas se multiplican. Y eso le ha pasado a Elvira Salazar Santamaría, directora del taller de jardinería, en el que se han formado y trabajado diez alumnos desde el 1 de noviembre y que concluirá el próximo día 30. El programa incluía, entre otros trabajos, la creación de un mirador, en el que se iban a colocar unos bancos comprados. El esfuerzo de todo el equipo ha hecho posible que en vez de uno sean dos los miradores y que un columpio gigante sea el gran protagonista sobre un terreno antes degradado y abandonado.

Desde hace unos días, Espinosa se puede mirar mientras se vuela en un columpio y la villa ha estrenado un escenario ideal para que su panorámica quede grabada en miles de imágenes dispuestas a volar por las redes sociales. Eso esperan tanto desde el Ayuntamiento, que ha hecho un esfuerzo económico extra para instalar el columpio homologado de madera de acacia y cinco metros de altura, como desde el taller, que ha sobrepasado con mucho el programa previsto. Un cartel con el nombre de la villa no dejará duda de donde están tomadas las instantáneas y hasta los bancos son originales y obra del taller, que ha aprovechado troncos de árboles enfermos o desestructurados que se han retirado de la ribera del río.

En la plaza Sancho García se instalará señalización para enviar a los turistas a conocer el parque de Pendu y tanto el mirador del columpio como el creado unos cientos de metros más arriba en La Herbosa. Allí tres bancos tienen marcadas detrás las letras de Espinosa de los Monteros. También se señalizarán desde el aparcamiento de autocaravanas, en el otro extremo, para potenciar el sendero de la ribera del Trueba.

Ahora se ve el río. El taller ha rescatado zonas llenas de maleza junto al parque de Pendu y sacado a la luz una antigua fuente antes enterrada por la vegetación. Se ha canalizado y ello evitará los daños que antes causaba el agua en el entorno. El vallado del parque también se ha renovado y las escaleras de bajada a la presa están ya libres de maleza y con el agua de las escorrentías canalizada para evitar que circule por ellas como antes.

Las últimas riadas se llevaron todo el césped de la zona de baños de la presa y los alumnos del taller, que solo lo iban a resembrar, han echado nueva tierra vegetal, mantillo y sembrado nuevo césped, además de arreglar el riego automático. También han restaurado las escaleras de acceso al agua para los bañistas y, lo más importante, liberado 800 metros lineales de la ribera de la selva de maleza que impedía ver las aguas del río Trueba.

El alcalde, Raúl Linares, quien recorrió los trabajos con DB, mostraba su confianza en que los vecinos vuelvan a disfrutar del parque de Pendu y de la ribera tras su recuperación. En ella ahora son visibles los avellanos, alisos, arces, fresnos o abedules y han desaparecido las zarzas y arbustos, como autorizó la Confederación Hidrográfica del Ebro. Algunos de los pequeños árboles con menos opciones de crecer junto al río se han replantado en el parque de las Cocinas, junto al área de autocaravanas, donde se ha renovado el vallado y ampliado la zona de ocio, con tareas de desbroce junto al río Mailo. Linares ve muy positivo el trabajo del taller, cofinanciado en su mayor parte por el Servicio Público de Empleo de Castilla y León (ECYL) y al que el Consistorio ha aportado materiales y maquinaria.