El Cid y el poder de la inmortalidad

I.L.H.
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Iván Sarnago crea a Roderick Díaz, miembro del grupo de superhéroes Onion Knights. Al Cid lo dota de varias identidades a lo largo de la Historia

La portada del cómic y una de las páginas de un Cid en los años 90 del siglo XX.

Los héroes se crecen con las crisis y Roderick Díaz, que nació en 2012 dentro del Salón del Cómic, ha resurgido tras el confinamiento. El dibujante Iván Sarnago revitaliza al personaje que entonces quedó en amago  y lo incluye dentro de un grupo de superhéroes, los Onion Knights (algo así como Caballeros de Cebolla). Con su cínico humor y el estilo americano, Sarnago hace del Cid un héroe de todos los tiempos que adopta a lo largo de la Historia distintas identidades -si de verdad es él- lo que hace que parezca inmortal a ojos de quienes lo buscan (los miembros del gobierno H.O.N.G.O.).

«Es una ficción, pero me inspiro y juego con los estudios del experto Alberto Montaner. No tiene por qué ser apto para ninguno o puede serlo para todos. Es como el Capitán América; lo que hago es desarrollar al Cid en estos tiempos, a partir de los años 90», detalla el autor de Quiero una Chica de Serie B.

Pero Roderick Díaz no cabalga solo. «Hay un superhéroe central que es con el que he estrenado la historia. Se llama Monarh y es una versión alternativa del rey. Enrique de Hurón y Godofrías, Enrique V, tiene entre sus poderes la fuerza y la posibilidad de volar, además del poder diplomático que le permite convencer a cualquiera de que haga lo que él quiera», añade el dibujante.

En el universo Sarnago hay cabida también para otros tres superhéroes. Está Ayuda, «un postadolescente que, imbuido por leer cómics de superhéroes, decide convertirse en uno aunque no tenga poderes. Sin saberlo, su acto despertará a otros justicieros y gente con poderes reales para ayudarle». Como Saizem, algo parecido a un vampiro pero sin miedo a los ajos, el sol o las cruces. «Es el hijo de un zar que hizo un pacto con  Koschéi, una criatura mitológica rusa, y le otorgó la inmortalidad para encontrar la reencarnación de su amada muerta». Y está también Lynx, «un humano potenciado con el gen felino, que patrulla las calles de Ciudad Catedral para protegerla de maleantes».

«La idea era crear estereotipos partiendo de elementos nuestros y hacerlo divertido añadiendo temas actuales», afirma. Para enredarlo, todos tendrán su propia miniserie y también una aventura conjunta, además de ir apareciendo en las historias de los demás con saltos en el tiempo para que el lector vaya atando cabos.

Las primeras aventuras de Roderick Díaz ya se pueden leer en la plataforma Buy Me a Coffee (https://www.buymeacoffee.com/sarnago), que busca la implicación de los lectores aportando lo que cuesta un café. De momento El Cid tendrá dos actualizaciones mensuales y, si los seguidores aumentan, la cadencia de las páginas cambiará y se acelerará su publicación. «Seguiré completando material para al final editar una publicación en papel con la editorial Unrated Cómics».