Presentadas las puertas de Antonio López para Santa María

A.S.R.
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Las hojas de bronce contemplan una imagen de Dios padre en la central, la representación de la Virgen a la derecha y la del árbol de la fe, en la izquierda

Las puertas se instalarán semanas antes de la conmemoración del VIII Centenario. - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

Muchas miradas se dirigían ayer a las puertas de la entrada de Santa María tras la reunión del patronato de la Fundación VIII Centenario de la Catedral. Burgos 2021. Comentaban, conjeturaban y se imaginaban cómo quedarán en ellas el diseño que el artista Antonio López ha creado para las nuevas de bronce que se colocarán para perpetuar el octavo centenario y que ayer conocieron los patronos. Un trabajo que, según se dijo en ese foro, está aún en proceso pero avanza viento en popa con la fecha del 20 de julio de 2021 en la mente de todos. 

El proyecto, que ha sido presentado este martes, contempla en el centro una imagen del rostro de Dios padre; a la derecha una de la Virgen María adolescente, para la que el artista se ha inspirado en su hija; y a la izquierda, la de un árbol de la fe, con Jesucristo encarnado en un niño como símbolo de la permanencia de Cristo a través de la Eucaristía. Un friso en bronce con el skyline de la capital burgalesa coserá las tres puertas. 

Esta intervención está llamada a convertirse en el gran legado de la celebración de los 800 años de la Catedral. Era necesario hacer algo que quedara, pero «con cabeza, con talento, que se integre en lo que existe y que, a la vez, se vea que es algo nuevo». No podía hacerlo cualquiera. Y el artista de Tomelloso, que al principio se sintió abrumado con la proposición y luego la tomó con «enorme pasión», se presume como uno de los nombres contemporáneos más importantes para unir su firma a la de los grandes que han intervenido en el templo Patrimonio de la Humanidad: Simón de Colonia, Felipe de Bigarny, Juan de Vallejo, Diego de Siloé... 

La oportunidad de este proyecto también se explicó por la ausencia de aportaciones artísticas de calado en el templo gótico desde hace 200 años (la última fue la sacristía) y porque se hace en una de las zonas menos significativas de la basílica, en esa parte baja de la puerta de Santa María, una transformación realizada ya en el siglo XIX por González de Lara.  

Avivar con este poderoso imán la plaza de Santa María, siempre desangelada frente a la animación de la del Rey San Fernando, se suma a los motivos que hacen pertinente esta actuación. 

Durante el patronato, se hizo hincapié en el carácter reversible de la intervención y de que las viejas puertas quedarán en algún lugar visible como parte de la memoria de la Seo.