La bodega de La Amistad, en riesgo de derrumbe por una gotera

I.M.L.
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Por una zarcera cegada hace tiempo caen ahora más de 300 litros al día de agua y aún no se ha localizado de dónde puede venir la fuga

Toda la bodega se inunda y los socios acuden para sacar el agua. - Foto: DB

Parte del patrimonio subterráneo de Aranda de Duero corre peligro de derrumbe. En concreto, la bodega de la peña La Amistad, ubicada en la calle Boticas y muy cerca de la iglesia de Santa María, sufre desde hace días una gotera que desagua más de 300 litros al día, lo que obliga a sus socios a acudir cada dos días a retirar el agua acumulada. «Este verano, en julio vimos que la gotera que tenemos de una zarcera que se cerró en su día empezó a ser más grande y, aunque hicimos más grande el sumidero que tenemos, no es suficiente y se llena enseguida», explica el presidente de esta peña, César Guerra.

La situación se ha agravado en los últimos días. Ante la cantidad de agua, la peña decidió clausurar la bodega para evitar que nadie baje a no ser que sea socio porque no saben qué puede ocurrir. «El mayor problema es lo que no vemos, porque igual hay una balsa de agua y eso supone riesgo de derrumbe», avisa Guerra, que avisa: «En diez días la bodega puede estar inundada por completo o sufrir un derrumbe importante, ya han empezado a caer trozos del techo».

A los esfuerzos infructuosos hasta ahora de localidad el origen de la fuga, el presidente de la peña La Amistad suma los plazos administrativos, que aumentan el tiempo de reacción para afrontar un episodio como este. «Como las bodegas son BIC, hay que esperar de uno a dos meses para que te den el visto bueno para una obra. ¿Merece la pena ser BIC?», se cuestiona Guerra, consciente de que, cuanto más tiempo pase, mayores serán los efectos de la fuga de agua.

Por el lugar ya han pasado técnicos del Ayuntamiento de Aranda, que han descartado que sea de la red municipal de tuberías. «Tiene que ser de una construcción privada, lo que dificulta que localicemos la fuga, por eso los vecinos podrían mirar sus contadores para comprobar que no hay anomalías, una pérdida de 300 litros al día tiene que notarse», pide el presidente de la peña a los vecinos de esta céntrica zona de Aranda.

De momento, seguirán buscando el origen de esta enorme fuga de agua. «Las visitas de los técnicos de las empresas los estamos pagando de nuestros recursos, de los de la peña», apunta César Guerra, pero están a la espera de poder acceder a la subvención extraordinaria planteada por el Ayuntamiento para arreglos en las bodegas subterráneas. Una línea económica que reserva 10.000 euros para cada peña que haga obras de mejora y arreglo de las galerías subterráneas y que todavía está pendiente de que se redacte el convenio para empezar a recibir las solicitudes. Esta partida tiene que ejecutarse antes de que concluya el año.