Los dueños de Mifer proyectan la demolición de la fábrica

C.M.
-

Licencias espera que esta vez se cumpla, aunque se mantiene el envío de sanciones por no actuar

La vieja fábrica de la carretera de Arcos presenta un aspecto ruinoso. - Foto: Luis López Araico

El anterior Plan General de Ordenación Urbana contempló hasta 21 áreas de transformación urbana con el objetivo de propiciar la salida de industrias fuera del caso urbano empujadas por la presión urbanística y el valor de los solares que ocupaban, que permitieron a sus dueños costear los traslados (Cooperativa Avícola, Coprasa, Almacenes Cámara...). En algunos casos no se produjeron esas mudanzas sino el cierre de las instalaciones. Fue el caso de la antigua fábrica Mifer, en la carretera de Arcos, donde el PGOU permitía la construcción de 40 viviendas.

Los propietarios no realizaron la tramitación urbanística necesaria y sus instalaciones, que llevan cerradas una década, se han ido deteriorando con el paso del tiempo. El Ayuntamiento les ha instado en infinidad de ocasiones a actuar, e incluso ha intervenido de manera subsidiaria, pero no han dado ningún paso hasta que en febrero de este año el área de Licencias les empezó a sancionar con 30.000 euros por un periodo de diez meses hasta abonar los 300.000 euros que cuesta la consolidación del edificio para evitar accidentes. 

Pues bien, al parecer las sanciones han dado resultado y los dueños han presentado un proyecto de demolición del edificio, según confirmó el concejal de Licencias, Miguel Balbás. No obstante, como medida preventiva se mantendrá  el envío de multas hasta que se confirme que no hay marcha atrás. 

Ahora el proyecto deberá ser supervisado y aprobado por los servicios técnicos municipales y los propietarios contratar a la empresa encargada de los trabajos. Al parecer, la venta del suelo sin el viejo edificio podría tener mejor salida en el mercado inmobiliario. Pero el tiempo lo dirá. 

De hecho, los propietarios han tenido sobre la mesa varios compromisos de compra para construir viviendas y desatascar un problema que se arrastra desde hace años pero ninguno ha conseguido materializarse y el Ayuntamiento optó por la sanción. 

Los años de abandono por parte de los dueños ha hecho que el inmueble esté prácticamente en ruina. Se han caído elementos de la estructura y se abren agujeros en las paredes que propician que se cuelen los amigos de lo ajeno o simplemente pandillas de jóvenes en busca de un lugar de reunión con el riesgo para ellos por el mal estado del edificio. En el interior se acumula maquinaria y también numerosas bombonas de butano.

Las cubiertas de la nave principal son de amianto y deben retirarse para su depósito en un vertedero autorizado. Los técnicos municipales urgieron también la necesidad de dotar al inmueble de una nueva cubrición y un vallado perimetral, así como la demolición de parte de los muros de los antiguos Talleres Pedro en el caso de que los dueños no optaran por el derribo y así garantizar la seguridad. 

Los vecinos del inmueble colindante pared con pared llevan años denunciando los problemas de humedades que sufren, sobre todo en el portal, así como la okupación temporal de las instalaciones que originó que en algunas ocasiones se originara fuego. También a través del Distrito Sur se han reiterado las quejas sobre la ruina de este y otros inmuebles en el final de la carretera de Arcos.