La selección española busca hoy (20,45 horas / La 1) en La Rosaleda, en la cuarta jornada de la Liga de Naciones y el segundo encuentro ante la República Checa en menos de una semana, resarcirse del empate de la semana pasada en Praga y confirmar la mejoría experimentada en la victoria del jueves ante Suiza.

Antes de comenzar las vacaciones, los de Luis Enrique deberán cerrar el bloque de cuatro partidos de junio en la competición continental para tratar de acercarse a la cabeza del Grupo 2 de la Liga A, que ostenta Portugal con siete puntos. La Roja, con cinco, ha ofrecido buenas sensaciones, aunque muchas veces no han ido acompañadas de seguridad en defensa.

Ante los lusos, en el Benito Villamarín, un gol de Ricardo Horta en el minuto 82 hizo perder a los españoles dos puntos en un choque en el que se habían adelantado con un tanto de Álvaro Morata (1-1), y solo unos días después eran los checos los que les hacían tropezar (2-2) en un duelo en el que Gavi e Íñigo Martínez neutralizaron en dos ocasiones las ventajas de los centroeuropeos e hicieron olvidar los errores atrás.

Contra Suiza en Ginebra, con un tempranero tanto de Pablo Sarabia, pudieron al fin celebrar un triunfo (0-1) para ascender a la segunda plaza del cuarteto. Una demostración del duro camino que espera al combinado nacional para tratar de alcanzar la 'Final Four' y para llegar de la mejor manera al Mundial de Catar de este invierno.

«Mirad los resultados de los demás grupos de la Liga A... Nadie habla de eso, no le interesa a nadie. Lo que interesa es generar dudas sobre la selección. Si alguien pretende que ganemos todos los partidos 15-0 y arrasemos, no sabe lo que es el fútbol moderno. No hay nadie que gane fácil, no somos diferentes. Ahora, somos una gran selección que va a generar opciones de pelear contra cualquier rival, lo estáis viendo», advirtió Luis Enrique.

Ahora, animada por la victoria ante el cuadro helvético, España deberá cerrar su ronda de partidos ante un rival que ya le complicó las cosas en la segunda jornada. Para ello, y aliada con el calor de Málaga, deberá superar la presión alta de los de Jaroslav Silhavy, que cerraron espacios y minimizaron las ocasiones de gol en su feudo.

Como en anteriores choques, el preparador asturiano volverá a hacer cambios en un once en el que solo han repetido como titulares en los tres compromisos Unai Simón, Sarabia y Gavi, al que  mandó un sorprendente dardo. «A Gavi le queda mucho que mejorar dentro y fuera del terreno de juego», aseguró en rueda de prensa.

La principal duda es Íñigo Martínez, goleador ante los checos, que sufrió un pisotón durante el entrenamiento del viernes pasado y no se ejercitó ayer con el grupo. Su lugar en el centro de la defensa junto a Pau Torres podría ocuparlo Eric García o Diego Llorente. Arriba, donde podría volver a alinear a Sarabia, Morata y Ferrán Torres, la incógnita será si Ansu Fati disfruta de sus primeros minutos, aunque el seleccionador ya alertó de que no ha recuperado todavía el nivel.

Enfrente, la República Checa, tercera del cuarteto con cuatro puntos, buscará su segundo triunfo, el primero tras el de su estreno ante Suiza (2-1), y tratará de repetir el buen hacer del primer duelo ante el combinado ibérico, ante el que sacó un punto con una defensa cerrada y golpeando al contraataque.

Balance positivo

El seleccionador del combinado centroeuropeo destacó la dificultad del grupo: «Cada punto en este grupo vale su peso en oro para nosotros. Cuatro puntos de oro hasta ahora son un buen resultado. Creo que podemos conseguir aún más».

Además, avisó que es posible que tengan que realizar varios cambios; el delantero Jan Kuchta es duda tras retirarse ante Portugal, mientras que Ales Mandous formará previsiblemente bajo palos después de que el preparador prometiese una oportunidad para todos sus porteros.