La consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco afirmó hoy en Salamanca que el Ingreso Mínimo Vital es “una buena medida muy mal gestionada desde el principio”. Cuando se cumple un año de su entrada en vigor, insistió en reclamar al Gobierno central las competencias en esta materia para aunar la prestación con la Renta Garantizada de Ciudadanía de la Junta “eliminar burocracia”.

De hecho, durante su visita a las instalaciones de la asociación Asdem en la capital del Tormes, la consejera reconoció que llevan todo el año reclamando al Ministerio que transfiera esta gestión a las comunidades. “Lo sabemos hacer. Llevamos mucho tiempo gestionando la Renta Garantizada de Ciudadanía y haciéndolo bien”, valoró.

Blanco aprecia un “problema” en la convivencia de las dos prestaciones. “La primera siempre es el Ingreso Mínimo Vital, el resto son subsidiarias. Pero nosotros tuvimos que modificar la norma porque había muchas familias, alrededor de 2000, que así cobraban menos de lo que percibirían con la Renta Garantizada de Ciudadanía”, explicó. En algunos casos el desfase alcazaba los 700 euros, según sus datos.

Por eso, Isabel Blanco comentó que la Consejería ya está complementando ese déficit gracias a las ayudas de emergencia. “El problema puede surgir si toca hacer reintegros. Son los problemas de interconexión de las dos prestaciones. El Ingreso Mínimo Vital contempla tres supuestos: admisión, denegación o inadmisión. Una inadmisión deja a la persona en el limbo y hay que darles una solución. La Consejería en esos casos está interviniendo”, confirmó.