Algunos aficionados blanquinegros han mostrado su malestar al no haber podido ocupar el asiento que tienen reservado como abonados en el choque del pasado lunes contra la UD Las Palmas. En estos momentos en El Plantío se puede ocupar el 60 por ciento de su aforo. En el protocolo de entrada al estadio, el Burgos CF no puede asegurar que cada socio ocupe su localidad, ya que en muchos de los casos choca con las normas covid que dicta la competición.
Aunque existe una contradicción en los criterios utilizados por LaLiga, ya que si se puede ocupar más de la mitad de los asientos (el 60 por ciento) es imposible que haya entre los seguidores una butaca de distancia en todos los casos. Matemáticamente es algo irrealizable. 

Así las cosas, los clubes se limitan a recordar a los aficionados que deben cumplir con el protocolo establecido sin especificar la butaca en la que se deben sentar. La Ponferradina o el Real Valladolid han tomado el mismo camino que el Burgos CF en este aspecto. Ante estas circunstancias, la mayor parte del público busca el lugar por el que ha pagado. 

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