La crudeza de todas las guerras

I.L.H.
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El periodista Antonio Pampliega expone con nombres propios e historias concretas las duras y dolorosas consecuencias de las contiendas. La próxima cita, el día 4 con Anna Surinyach

Antonio Pampliega utilizó fotografías y vídeos de los conflictos que ha cubierto para dar voz a las víctimas. - Foto: Luis López Araico

«La charla va a ser dura -avisó- porque hablamos de guerras». Apoyado en su archivo, con fotos y vídeos de los conflictos que ha cubierto en Siria, Congo, Somalia, Afganistán o Ucrania, el periodista Antonio Pampliega abrió ayer el ciclo El mundo en conflicto mostrando lo que no siempre se ve en los medios de comunicación. «Dice Manu Brabo -fotógrafo y corresponsal de guerra premiado con el Pulitzer, y que por cierto también participa en el ciclo organizado por el Museo de la Evolución Humana y Diario de Burgos- que los periodistas embellecemos la guerra», añadió al explicar que se muestra «la sangre justa» para que sea «más fácil» de soportar el dolor ajeno. En este caso no había razón para cortarse y habló de ellas con toda su crudeza.

En su relato estuvieron presentes tres hermanos heridos en Siria por una explosión que viajaban en un taxi para atravesar Alepo «porque en el lado rebelde no hay hospitales» y luego regresaba el mayor para recoger los cadáveres de un tío y dos primos. O el de unos chicos con las piernas mutiladas después de salir a comprar el pan: «En la guerra se muere mucho, pero es obligatorio vivir. Yhay que comer e ir a por el pan. Por eso bombardean los mercados. Calígula decía que quería que le odiaran con tal de que le temieran. Pues eso».

Las guerras son todas iguales. Si las víctimas no nos afectan igual quizá es que somos racistas» 

Habló también de los daños colaterales: desde los niños soldados que captan las guerrillas en El Congo a las mujeres violadas (en el país africano, 300.000 al año, apuntó); la hambruna en Somalia, o la pobreza y los matrimonios infantiles en Afganistán. «Las guerras son todas iguales. Cambia el idioma, la religión o el color de la piel. Si las víctimas no nos afectan igual quizá es que somos racistas», afirmó.

Y antes de terminar con la fotografía con la que inició la charla, una familia huyendo con unas maletas, el periodista freelance mostró una portada de periódico en la que se criticaba la llegada de inmigrantes: «La gente no huye de su país por gusto. Lo hace por lo que habéis visto», apuntó y acto seguido mostró un vídeo del rescate de una patera en el Mediterráneo central.

La fotografía que repitió sirvió para interpelar al público sobre qué se llevarían si tuvieran que huir del país: «Una vez una señora me dijo que el pasaporte y los papeles, porque si no no tenía identidad. Cuando rescatan una patera lo primero que hacen los migrantes es romper sus papeles. Si  no tienes pasaporte no te pueden repatriar. Todo depende del punto de vista».

Yo ya no voy a un conflicto sin un seguro de vida y en este país hay muy pocos medios que los paguen»

Con el fotógrafo burgalés Diego Herrera -que acaba de regresar de Ucrania- entre el público, Pampliega respondió a las preguntas de los presentes sobre su creencia en dios y en el ser humano y la precaria situación de los corresponsables: «Yo ya no voy a un conflicto sin un seguro de vida y en este país hay muy pocos medios que los paguen».

El mundo en conflicto continuará el día 4 con Anna Surinyach.