Moción de autocensura

S.F.L.
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El ya exalcalde de Rucandio, José Antonio González (Cs), apoya con su propio voto al PSOE y deja el Consistorio de la localidad burebana

El exregidor, José Antonio González, y Blanca Tubilleja, la nueva alcaldesa, se saludaron antes de entrar al pleno. - Foto: S.F.L.

El pasado jueves amaneció literalmente congelado pero los rayos de sol se abrieron paso hacia el Valle de las Caderechas. En aquellos recovecos de Rucandio a los que llegaban se agruparon más de la mitad de los vecinos, esperando para votar en el pleno extraordinario a favor o en contra de la moción de censura que la concejala socialista, Blanca Tubilleja, presentó contra el alcalde pedáneo, José Antonio González, de Ciudadanos.

Tubilleja, con cierto nerviosismo, acudió al Ayuntamiento arropada por Javier Lezcano, diputado provincial del PSOE, y Álvaro Morales, alcalde de Briviesca. En la entrada se topó con el regidor, que la saludó con cierto tono jocoso.  El mismo con el que una vez dentro de la sala de plenos del edificio anunció para el asombro de los allí presentes que también votaba a favor de la propuesta. Por lo tanto, Blanca, con 9 apoyos y nadie en su contra, tomó de nuevo el bastón de mando de la entidad local menor.

La aún concejala confesó que le había costado mucho dar el paso, pero el «descontento vecinal es generalizado» y «algo tenía que hacer por el bien del pueblo», aseguró. En la moción de censura presentada expuso que José Antonio González «quiere levantar a toda costa la Plaza Mayor del pueblo», que se rehabilitó hace menos de una década. «La inmensa mayoría de vecinos, censados, no censados, residentes y descendientes no aprobamos de ninguna manera el levantamiento del espacio citado porque se encuentra en perfectas condiciones», aclaró en la documentación presentada. Tubilleja considera de mayor importancia otras actuaciones que deben de ejecutarse con los pocos recursos con los que cuentan y añade que «el dinero de Rucandio no se puede malgastar por ningún interés personal». Por último, la socialista manifestó en su alegato que «un alcalde debe respetar a su pueblo y los intereses de sus vecinos. Cuando no está con él sino contra él, debe ser destituido de su cargo porque ya no representa a nadie, tan solo a sí mismo», concluyó.

González se mostró en todo momento en desacuerdo con el discurso de la edil y cuando le tocó el turno de palabra justificó las «causas injustas» por las que le tildaron de realizar una mala gestión. «He hecho todo lo que ha estado en mi mano y el pueblo nunca había estado tan limpio como ahora», expuso en el pleno. Asimismo, enumeró un listado de las inversiones ejecutadas en el municipio desde que fue nombrado alcalde, en mayo de 2019. «He pavimentado la calle de la Fuente, también se han realizado obras de alcantarillado en varias zonas de la localidad, se ha adecentado el depósito de aguas, arreglado jardines y comprado maquinaria y herramientas. También me he movido para conseguir una ayuda de la Diputación para arreglar la cubierta de la iglesia», añadió.

Mientras el ya exregidor hablaba de la legislatura, varios de los vecinos negaban con la cabeza. Entre ellos se encontraba María Teresa Martínez, la vocal del gobierno de González a la que según el político de Ciudadanos destituyó por «ausencias reiteradas sin justificación a reuniones plenarias y por haber votado en contra de algunas resoluciones e importantes asuntos para la pedanía». La vecina recordó que el regidor envió una carta al Ayuntamiento del municipio de Rucandio para notificar que su hija ocuparía el cargo que hasta ese momento le pertenecía. «Lo peor es que yo me enteré porque me avisaron desde el Consistorio y no porque él me lo comunicara», declaró.

Una vez aprobada la moción de censura, la nueva alcaldesa, Blanca Tubilleja, agradeció a los presentes su «apoyo incondicional» y manifestó el interés por «sacar adelante al pueblo con la ayuda de todos».