Hace un millón de años

Pablo de Carlos
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'Jurassic World:Dominion' pone el punto y final a la segunda trilogía de la saga de aventuras que inició el genial director estadounidense Steven Spielberg en 1993

Hace un millón de años

Los dinosaurios fascinan al hombre desde su hallazgo en el siglo XIX. Inspiraron a grandes genios de la literatura como Verne o Conan Doyle. El cine no iba a ser una excepción recreando estos gigantescos saurios en 1909 con Gertie the dinosaur. A partir de ahí los hemos visto plasmados en multitud de ocasiones por técnicas stop-motion del mítico creador de efectos especiales Ray Harryhausen o incluso dibujos animados, pero realmente quien les dio vida fue Steven Spielberg en Parque Jurásico de 1993, y con ello se abrió una autentica dinomanía que ha llegado hasta hoy con el estreno en el mercado doméstico de la última entrega de la franquicia: Jurassic World: Dominion.

La idea no fue del Rey Midas sino de Michael Crichton, que en 1990 escribiría la novela homónima en la que se inspira el filme. Se plantea el reto de traer de vuelta a estas extintas bestias mediante ingeniería genética. La película estaba protagonizada por Sam Neill (Alan Grant), Laura Dern (Ellie Sattler), Jeff Goldblum (Ian Malcolm) y Richard Attenborough (John Hammond). Fue un rotundo éxito de taquilla. Fue revolucionaria la combinación de robots animatrónicos con efectos digitales que des daría un aspecto más veraz y aterrador a los saurios. Este sensacional trabajo le valió hasta tres Oscar. 

Con tales repercusiones, una segunda parte estaba asegurada, tanto en forma de novela (1995) como de película (1997). En Jurassic Park: El mundo perdido la historia se vuelve más impredecible al estar el entorno en otra isla más selvática e indómita, Sorna. Allí es enviado Ian Malcolm para investigar la evolución de esos dinosaurios en un entorno natural encontrándose enfrente a los cazadores de Peter Ludlow (Arliss Howard), que pretende atraparlos para abrir un parque temático en San Diego.  Fue otro gran éxito, superando los 100 millones de dólares de recaudación en tan solo cuatro días. Aunque no fue como la original, sí dio pie para una tercera entrega. Jurassic Park III llegaría en 2001 ya sin ninguna referencia literaria ni Spielberg en la dirección. Este fue sustituido por Joe Johnston, que trajo de vuelta a Grant a Sorna a rescatar de los dinosaurios de la isla (con la presentación de uno nuevo, el Spinosaurio) a una desventurada familia. Aunque no tuvo el mismo éxito que sus predecesoras, cuadruplicó su presupuesto en taquilla, obteniendo 400 kilos. 

La franquicia quedó ahí estancada a pesar de que Universal siempre quiso continuarla, incluso con un esbozo de guion para Jurassic Park IV, de William Monahan y John Sayles, que incluiría híbridos dino- humanos y su control y manipulación mediante ultrasonidos con fines militares. La huelga de guionistas de 2008, la mala salud de Richard Attenborough y el fallecimiento de Michael Crichton terminaron por tumbar de manera definitiva ese proyecto. Hasta que en 2015 aparecieron Rick Jaffa y Amanda Silver y pusieron las bases de un reinicio de la saga con nuevos personajes y un nuevo parque temático. El director Colin Trevorrow y el guionista Derek Connolly pulieron el resultado final. Nacía así Jurassic World.

Efectivamente, esta nueva trilogía empezaba con el sueño de Hammond hecho realidad: un parque temático de dinosaurios. Aquí los protagonistas serían Chris Pratt (Owen Grady) y Bryce Dallas Howard (Claire Dearing), que tendrán que hacer frente nuevamente al caos producido cuando se escapa un nuevo dinosaurio híbrido y mucho más letal: el indominus Rex. En esta nueva trilogía los velocirraptores cobran un papel más relevante en tanto en cuanto son fruto de adiestramiento de Grady y, por ende, del interés del jefe de seguridad Vic Hoskins (Vincent D'Onofrio) que los ve con posible potencial militar. A pesar de que las bases no distaban mucho de la película de 1993, el éxito casi estuvo a su altura, desatándose de nuevo esa dinomanía en letargo tras Jurassic Park III.

Una segunda entrega vino en 2018 con el título de Jurassic World: El reino caído, de nuevo bajo guion de Trevorrow, aunque la dirección corrió a cargo de Juan Antonio Bayona. Repetirían de nuevo Pratt y Dallas Howard y se unían al reparto viejos conocimos a modo de cameos como el Dr. Henry Wu (BD Wong) y Jeff Goldblum como Ian Malcolm. La película gira no solo en torno al tráfico de dinosaurios sino sobre la manipulación genética, esta vez encarnada por Benjamin Lockwood (James Cromwell) y su nieta Maisie (Isabella Sermon), así como la creación de otra aberración genética: el Indoraptor. 

Y por fin llegamos a este 2022, en el que el propio Trevorrow es el que se pondrá de nuevo tras las cámaras para culminar su trilogía con Jurassic World: Dominion, que reunifica las dos sagas, ya que se dan cita todos los héroes. A algunos seguidores les decepciona, pero lo justo es verla y juzgar, sobre todo en la edición doméstica porque ahí hay bastante metraje adicional.