Amagó en 2014, el año en el que cerró definitivamente el Club de Jubilados y el pasado mes, la Fundación Caja de Burgos decidió cerrar al completo sus instalaciones en Villarcayo, donde seguían operativos el salón de actos o auditorio y una sala de exposiciones. Este hecho conllevó que la función de teatro programada por el Ayuntamiento el pasado día 11 se suspendiera y quedara pospuesta para el próximo otoño. Desde la fundación señalan que «dentro del nuevo Plan Estratégico de la Fundación, en aquellos inmuebles en los que no programamos actividad propia y no se genera un impacto generoso en el territorio, la decisión, por el momento, es cerrarlos».
En el caso de las instalaciones de Villarcayo también han aparecido de filtraciones y goteras, que requieren de una inversión, pero desde la Fundación Caja de Burgos aseguran que el cierre se hubiera producido de igual manera con o sin ellas. Hasta ahora, el auditorio de 224 plazas, se venía alquilando por espectáculo u evento, fundamentalmente al Ayuntamiento que programa numerosas obras de teatro y actuaciones musicales o de danza enmarcadas en la Red de Circuitos Escénicos. No obstante, también venían utilizándolo desde el instituto Merindades de Castilla al Ceder Merindades, entre otros, para la celebración de eventos, como entregas de premios, charlas u otras actividades.
Por su parte, la Fundación Caja de Burgos, que hace unos años programaba aún unas pocas actividades culturales propias en este espacio -teatro infantil en Navidad, festival de cortometrajes, jazz...- ha ido paulatinamente dejando de desarrollarlas hasta prácticamente dejar de celebrar actividad cultural en Villarcayo, como también ha sucedido en Medina de Pomar.
En cuanto al futuro del auditorio, desde la fundación avanzan que «estamos en un periodo de reflexión, valorando qué hacer con ese centro, si alquilarlo, venderlo...». En la misma situación de cierre se encuentra ya desde hace años el Centro Cultural de Espinosa de los Monteros, en venta.
Ante esta situación, el alcalde de Villarcayo, Adrián Serna, pedirá una reunión con los responsables de la Fundación para «tratar de convencerles de que inviertan y lo vuelvan a reabrir». La inminente apertura definitiva del nuevo cine y teatro de la residencia, que si todo va según lo previsto, se podría producir el 1 de abril, no significa que desde el Consistorio hayan pensado trasladar al nuevo escenario toda su actividad cultural. Al contrario, el regidor considera que «ambos espacios escénicos son compatibles y contamos con suficiente oferta cultural para que ambos estén operativos».
Serna avanza que también se certificará ante la Consejería de Cultura de la Junta de Castilla y León el nuevo teatro de la residencia para que pueda albergar actuaciones de la Red de Circuitos Escénicos, pero el auditorio de la Fundación Caja de Burgos sigue pareciéndole «un inmueble interesante» y «habrá que ver en qué cifras se está moviendo la inversión» necesaria para reparar las filtraciones. El auditorio y la sala de exposiciones se abrieron al público en 2004 después de que la entonces Caja de Burgos invirtiera 600.000 euros de su Obra Social.