Las lluvias dan un respiro ante la incierta campaña de riego

SPC
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La CHD fija en casi 800 hectómetros cúbicos las reservas mínimas de los embalses para septiembre, 30 más que la propuesta de las juntas de explotación

Las lluvias dan un respiro ante la incierta campaña de riego - Foto: VALENTIN GUISANDE

Las lluvias registradas en las últimas semanas en buena parte de la Comunidad han dado un respiro a los embalses y permitirán a los regantes afrontar la campaña algo mejor de lo esperado en enero y febrero, meses en los que se han registrado los valores pluviométricos más bajos desde 1951. Aunque los sistemas tendrán que llegar al 30 de septiembre con unos 30 hectómetros más de lo que habían pedido las juntas de explotación, el director técnico de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), Alejandro Barriuso, explicó que lo aprobado finalmente ayer por la comisión de desembalse «ha mantenido prácticamente las propuestas con algunas modificaciones teniendo en cuenta las determinaciones del plan de sequía y el cambio de tendencia con las aportaciones del mes de marzo. 

De momento, la presidenta de la CHD, Cristina Danés, ya advirtió ayer del inicio de «una campaña de riego incierta» marcada por la sequía. Un contexto en el que recordó a los regantes la necesidad de trabajar conjuntamente para «preservar un recurso valioso y escaso como es el agua, a través de una gestión eficiente y realista en toda la cuenca». Los 13 sistemas deberán tener el 30 de septiembre de este año un total de 762 hectómetros cúbicos, frente a los 792 que habían solicitado las juntas de explotación. Además, en el caso del Eresma (Pontón Alto, Segovia) se fija un volumen mínimo de 2,5 hectómetros cúbicos.

Situación de los sistemas

Según explicaron desde la CHD, «a pesar del valor de las reservas existentes al final de la campaña anterior, por encima de la media de los últimos 25 años, un otoño e invierno seco y extremadamente seco, con los valores pluviométricos registrados más bajos desde 1951 en el periodo enero-febrero, han situado los sistemas Tera, Órbigo, Támega-Manzanas, Pisuerga, Arlanza, Riaza-Duratón, Tormes y Águeda en situación de sequía prolongada», motivo de la ampliación de los volúmenes mínimos.

Esta escasez de precipitaciones, tanto en forma líquida como en forma de nieve, ha provocado que, desde el inicio del año hidrológico hasta ahora, las aportaciones de entrada a los embalses gestionados por la CHD en la totalidad de la cuenca hayan sido tan solo del 52 por ciento del valor correspondiente a la media de los últimos 25 años.

Los embalses cuentan en la actualidad con una reserva de agua embalsada de 2.048 hectómetros cúbicos, lo que representa un 71% por ciento de su capacidad total. Un registro que supone casi seis puntos porcentuales menos que la media de la última década y trece por debajo de la reserva hidráulica de hace un año.

La situación actual es irregular según sistemas de explotación, como señaló Alejandro Barriuso. Todos están por debajo de los valores medios de reservas, salvo los embalses del sistema Esla y del Adaja. La peor situación se encuentra en los sistemas Carrión, Pisuerga y Tuerto, donde las reservas no llegan al 60%, 45% y 55%, respectivamente.