El servicio de ayuda a domicilio que presta el Ayuntamiento de Aranda cuenta con una plantilla de 54 auxiliares y está registrando un incremento paulatino tanto en el número de usuarios como en la cantidad de horas de atención que se prestan a cada uno de ellos. A lo largo del año pasado ya comenzó a apreciarse esta tendencia, una vez que se recuperó la prestación de este servicio en marzo de 2020, mientras los potenciales demandantes de estas ayudas domiciliarias fueron perdiendo el miedo a recibir a alguien en su casa.
El balance total de horas realizadas en 2021 fue de 55.590 horas, con una media mensual de 4.632. En el último mes completo de este ejercicio, el pasado agosto, se contabilizaron 5.469 horas, lo que supone un incremento del 18%. La misma tendencia al alza se registra en el número de usuarios. A lo largo de 2021, la memoria de este servicio acumuló 2.763 personas atendidas, con una media de 230 al mes. Este agosto, este parámetro fue de 253 usuarios, lo que da un aumento del 10%.
Estas cifras suelen oscilar dependiendo del momento del año y de las bajas y altas que se produzcan. «Hay bajas temporales o definitivas, por fallecimiento o porque el usuario se va a una residencia. Son como unos dientes de sierra, siempre andamos con un número de usuarios entre 230 y 250, agosto y septiembre sí que es verdad que baja bastante por el tema de las vacaciones», reconoce la concejala de Acción Social del Ayuntamiento de Aranda, Cristina Valderas.
Entre estas personas, además del colectivo de la tercera edad, que son los más numerosos, hay también usuarios discapacitados y menores, con los que se trabaja de manera coordinada con el Equipo de Infancia de los CEAS. A lo largo de 2021, del total de usuarios 195 lo eran por tener algún tipo de discapacidad que precisase ayuda y ocho fueron menores. «La Junta de Castilla y León nos ha subvencionado con 80.000 euros más para la ayuda a domicilio de menores, es un servicio que se quiere potenciar, y hemos contratado a un profesional a media jornada para ello», puntualiza Valderas, suma económica a la que hay que sumar otros 130.000 euros de ayuda regional para sufragar los costes del servicio de atención domiciliaria.
Con los esfuerzos de los trabajadores de los CEAS, que resuelven en 30 días la valoración necesaria para ajustar el servicio a las necesidades en las altas, el servicio de ayuda a domicilio da respuesta a todas las peticiones que se realizan. «Nos planteamos de siempre que no haya lista de espera y así ha sido, cuando una persona tiene una necesidad, si es de manera urgente también se lo prestamos», remarca la responsable de las políticas sociales del Consistorio arandino. Porque, en definitiva, este servicio es un apoyo para «las actividades básicas de la vida diaria, unos necesitan que les levanten de la cama, aseo y vestirse, o acompañamiento si hay que hacer la compra, limpieza de la casa, también hay ayudas técnicas, porque que busca potenciar la autonomía de los usuarios para que las personas mayores estén en su casa el mayor tiempo posible», resume Valderas.