Hydro vende más en Europa y salva el bajón del mercado ibérico

Ó.C.
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La empresa confía en rozar las 9.000 toneladas de aluminio extrudidas en su planta de Miranda, donde las exportaciones a factorías del grupo han crecido del 40% a principio del año al 60% en la actualidad

Visita a la planta de los trabajadores junto a las familias en una jornada lúdica en la fábrica. - Foto: Ó.C.

La planta de Hydro en Miranda afronta un momento decisivo. Su mercado, enfocado al comercio nacional y portugués para la construcción de ventanas, da visos de un parón, aunque en la fábrica del polígono de Bayas confían en rozar las 9.000 toneladas de aluminio extrudidas en 2022. «Nos quedaremos cerquita de esa cifra», explica su director Iñigo Sáenz de Ugarte, quien añade que el descenso en las ventas dentro de su demarcación, lo compensan con el incremento de pedido para otras fábricas del grupo, lo que ha pasado de suponer a principio de año un 40% de su negocio a un 60% aproximadamente.

En la planta soñaban con alcanzar «el objetivo ideal de las 10.000 toneladas» en este 2022, pero las dificultades económicas han convertido el reto en imposible. «Hemos notado una desaceleración desde el mes de junio», apunta el responsable, que señala a la crisis energética como un factor determinante, ya que «la producción para los talleres es más cara», y además «el aumento de los tipos de interés hace que el acceso al crédito sea más difícil y nuestros clientes hayan parado un poquito».

En la planta suplen esta bajada en España y Portugal con las ventas a otras localizaciones que el grupo tiene repartidas por Europa. «Trabajamos mucho con Inglaterra, Francia y Bélgica», aclara Sáenz, que remarca que «el aumento para estos destinos compensa el parón en el mercado de la península». El responsable puntualiza que al norte de los Pirineos se relacionan con fábricas de Hydro, «lo que supone en la actualidad un 60% de nuestras ventas». Por política de empresa, desde Miranda no pueden vender directamente a terceros en cualquier país, «porque existen direcciones comerciales» y a ellos les pertenece la península.

En cualquier caso, Miranda está bien posicionada, ya que Hydro tiene «seis fábricas más o menos del estilo de la nuestra, pero solo hay dos que están cien por cien integradas como nosotros y que tienen un almacén automatizado, una extrusión y una planta de lacado». Esto se traduce que en la ciudad completan todo el proceso, mientras que otras solo cuentan con algunas partes de la producción, por lo que en Miranda «podemos utilizar nuestra capacidad para proveerlos a ellos», matiza Sáenz, quien agrega que por este motivo: «Tenemos cierta protección ante oscilaciones en el mercado».

En cualquier caso, el descenso en su demarcación motiva que la planta tenga que adaptarse al nuevo ritmo de pedidos y eso repercute en la plantilla que está formada por 204 trabajadores. «Hasta hace poco hemos tenido cierta temporalidad y desde el lunes estaremos toda la planta solo con los fijos y pasaremos a dos turnos», avanza Sáenz de Ugarte, que justifica la medida «para reducir la capacidad operativa con el objetivo de preservar el empleo».

Apuesta. En cualquier caso, el director de la planta destaca la implicación del grupo por la factoría mirandesa, en la que se han empleado en los últimos años unos ocho millones de euros en la modernización de las instalaciones. «Hasta 2015 fue un periodo difícil de congelación de inversiones», reconoce Sáenz, que valora que «desde 2016 hemos hecho aquí un movimiento importante y por ejemplo tenemos una de las prensas más modernas de Europa». Más allá de lo que tienen en las líneas de producción, «el grupo de inversión en Noruega apuesta por la fábrica y este año hemos introducido otra cantidad importante», aclara Sáenz, que espera que esta línea continúe.

La fábrica también tiene pendiente mejoras, sobre todo en el material con el que trabajan, en busca de una mejor eficiencia y reducción de emisiones. «El 100% del aluminio que extrudimos en Miranda es sostenible», aclara el director de la planta, que ensalza que gracias al ahorro en las emisiones de CO2 «compensamos el dióxido de carbono que producen 12.000 vehículos al año». Aun así, la compañía avanza en las aleaciones sostenibles y aspiran a conseguir la viabilidad en la producción en línea del aluminio 100% reciclado, que de momento se usa en casos puntuales, pero «que puede llegar a la planta de Miranda en dos o tres años».