La calle Embajadores sigue cerrada 15 meses después

C.M.
-

Se ha derribado el muro que impedía atravesarla pero se ha vallado hasta que no se instalen elementos de protección para evitar caídas al haber un desnivel

El murete que impedía el tránsito desde 2005 se ha derribado pero se han colocado vallas. - Foto: Patricia

La calle Embajadores sigue cerrada al peatón a pesar de que hace 15 meses que se construyó un muro para cerrar las parcelas sin urbanizar que la rodean y se limpió la maleza y la suciedad acumulada. La semana pasada también se tiró el murete que la mantenía cortada desde 2005, lo que sería el último paso para que los burgaleses disfruten de este emblemático rincón  del casco histórico de la ciudad, escondido tras la Iglesia de Santa Águeda y con vistas a la Catedral, que es conocido como el Callejón de las Brujas.

Sin embargo, el Ayuntamiento ha colocado sendas vallas a uno y otro extremo de la calle que impiden  todavía el paso. Las vallas permanecerán hasta que se coloquen unas barandillas de protección para evitar una posible caída al haber un gran desnivel en la parcela contigua. También está pendiente la realización de un mural en el muro de reciente construcción que recree el aspecto original que tenía el callejón para evitar las pintadas vandálicas, tal y como propuso la Asociación Casco Histórico Alto. 

El proceso para adecentar y abrir de nuevo esta calle cerrada en 2005 debido al peligro por existir junto a ella parcelas sin edificar se inició en el anterior mandato, cuando la Concejalía de Licencias la ocupaba Ana Bernabé. Se elaboró un informe técnico sobre los trabajos de contención de los terrenos colindantes, propiedad de varias personas y sociedades, y sobre cómo eliminar los apuntalamientos de la parte trasera de la iglesia para poder reabrir una calle que está incluida en la guía de calles medievales de España.

A partir de ahí se tuvo que iniciar un procedimiento de ejecución subsidiaria ya que no todos los propietarios del solar colindante accedieron a las pretensiones municipales de levantar un nuevo muro que separara el callejón de las parcelas. Finalmente, el Ayuntamiento convocó un concurso para ejecutar la obra y se realizaron las actuaciones de limpieza y adecentamiento de las parcelas y los propietarios que no se adhirieron hicieron lo propio. Se construyó el muro de separación de la parcelas para garantizar la seguridad pero los trabajos para ver reabierta la calle se siguen retrasando debido a la complicada tramitación administrativa. 

El objetivo final es poner en valor esta zona centro histórico y mejorar la parte trasera de la iglesia de Santa Águeda, que se encontraba muy degradado y añadir un nuevo atractivo turístico a la ciudad.