La UBU teme aún más docentes temporales por la ley de Subirats

B.G.R.
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El vicerrector de Personal afirma que la reducción de la carga docente no puede realizarse sin financiación

Los profesionales asociados representan ya el 45,7% del total de la plantilla de la institución académica. - Foto: Alberto Rodrigo

La Fundación Conocimiento y Desarrollo (CYD) lleva tiempo advirtiendo en su informe anual, uno de los más prestigiosos del sistema universitario español, de dos problemas que comparten las instituciones académicas respecto a sus plantillas. Uno de ellos es el del envejecimiento, con una edad media del profesorado de 50,1 años, y otro el del crecimiento del número de los docentes asociados o temporales, que en el conjunto nacional suponen un 35%. En ambos casos la UBU se sitúa por encima de esas cifras, si bien es este último el que más preocupa a la academia local.

Los datos a 31 de diciembre de 2022, ponen de manifiesto que estos docentes representan ya el 45,7% de la plantilla, lo que en términos absolutos se traduce en 407 de un total de 890. El vicerrector de Personal Docente e Investigador, José María Cámara, reconoce que se trata del «principal problema que tenemos» y lo atribuye a una cuestión «presupuestaria» que requeriría de una mayor financiación por parte del Gobierno regional.

Cámara asegura que esta situación se da de forma generaliza en el conjunto de los campus, aunque admite que la UBU se encuentra en una de las «zonas más vulnerables» de dicho estudio y subraya que lo deseable sería que ese porcentaje se situara por debajo del 20%. Lejos de conseguirlo, la preocupación de la institución académica ha ido en aumento a medida que avanzaba la tramitación de la nueva ley orgánica del sistema universitario (LOSU), cuya aprobación es inminente y que pone especial atención, precisamente, en acabar con las altas tasas de temporalidad.

El Vicerrector de Personal advierte de que dicho objetivo solo se consigue incrementando una financiación que la cartera que dirige Joan Subirats aún no ha acordado con las comunidades autónomas. «La ley está ahí, pero el dinero no», remarca, refiriéndose en este sentido a que la reducción de la carga docente de los asociados que contempla la norma, que baja del máximo actual de 6 horas, más otras tantas de tutoría, a tan solo 4. 

La solución pasa por incrementar el número de plazas a tiempo completo, según Cámara, para lo que se requiere de disponibilidad presupuestaria con la que a día de hoy no se cuenta, por lo que anticipa que lejos de solucionar el problema «nos empuja de entrada a ahondar en el mismo» para suplir esa disminución de horas lectivas. Lo mismo ocurre con la figura de ayudante doctor, que se reduce de 240 horas a 180 horas:. «Intentaremos movilizar todos los medios posibles y reclamar insistentemente ante las administraciones que esto resulta imposible de afrontar».

Con esta preocupación encima de la mesa, el envejecimiento de la plantilla ha quedado en un segundo plano, aunque no por ello la institución académica deje de articular mecanismo para garantizar el relevo generacional. Al respecto, Cámara sostiene que en los últimos años esa edad media se ha reducido hasta los 53 años por el incremento de las contrataciones de ayudante doctor, puestos con mayor estabilidad pero que son temporales, si bien admite que el objetivo debe pasar por que esta se sitúe por debajo de los cincuenta.

Con 15 salidas durante 2022, uno de los años con más jubilaciones, el responsable académico no prevé un pico significativo a corto o medio plazo. Los profesores con 60 años o más representan en este momento el 25% del conjunto del personal, con un previsión de que en cinco años dejen de estar en activo en torno al 10% o 15%, que en número de efectivos se traducen entre 48 y 72. La tasa de reposición actual se sitúa en el 120%, lo que ha permitido aumentar notablemente los concurso públicos, dando ya por superado el tapón que se creó como consecuencia de la crisis de 2008 al quedar restringida al 10% de las jubilaciones. En cualquier caso, se muestra convencido de la necesidad de ese relevo y aboga por «ir habilitando plazas docentes de manera anticipada».