Un rato sentados con Delibes

I.P.
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Una escultura en bronce del escritor vallisoletano queda instalada junto a su casa de Sedano. Obra de Teodoro Ruiz, invita a acompañarle y contemplar el paisaje del que se enamoró

Igor Herrán, alcalde de Valle de Sedano, mira al don Miguel, y de pie Teodoro Ruiz, autor de la pieza. - Foto: Alberto Rodrigo

El mochuelo mira embelesado a don Miguel como reclamando su atención, mientras este se dedica a leer. Cabe imaginar muchas veces así al escritor vallisoletano, quizás sacando una silla de su casa para sentarse a leer o a contemplar el hermosos y exuberante paisaje que se despliega alrededor del lugar,  conocido como El Tobazo.  

Delibes ha regresado a su casa de Sedano para quedarse y dejando un hueco a su lado para que cualquiera pueda sentarse junto a él y entablar una conversación sobre la naturaleza y los animales que la pueblan, esa que tanto amó y a la que tantas páginas dedicó en todas sus obras, El Camino, Las Ratas, Los Santos Inocentes, La sombra del ciprés es alargada, Mi vida al aire libre...

Los artífices de ese regreso han sido el Ayuntamiento de Valle de Sedano y el escultor Teodoro Ruiz. El primero salda una deuda pendiente con el escritor vallisoletano que descubrió el pueblo en el verano de 1942 cuando viajó en bicicleta desde Molledo para visitar a su novia. Él veraneaba en la localidad cántabra de donde era su padre, y ella en la localidad burgalés. 

Si enamorado estaba de Ángeles de Castro, en esas visitas se enamoró perdidamente de Sedano, donde primero se construyó, ahí escondida entre la vegetación, la caseta que convirtió en su 'búnker' para escribir, para más tarde comprar la casa donde pasaba largas temporadas con la familia y donde sus hijos y nietos regresan a menudo porque sus padres les enseñaron a amarla.

Delibes puso a Sedano en el mapa y justo era que, por fin, el Ayuntamiento reconociera al escritor con una escultura en el pueblo que ya tiene dedicado a su figura y su obra el Centro de Interpretación. 

El alcalde, Igor Herrán, entendió la necesidad de saldar esa deuda con el novelista y cuando se conformó la Corporación tras las elecciones de 2019 se planteó la idea de erigir una escultura que el viernes se instaló junto a su casa, en la vieja carretera de Santander, en un terreno que se ha allanado para crear una plazuela donde en breve crecerá la hierba ya sembrada.

La escultura de Delibes sentado en un banco leyendo es obra de Teodoro Ruiz, el artista de Olmos de Atapuerca, autor de muchas de las piezas que salpican el centro de la capital burgalesa como el tetín y los danzantes, los gigantillos, los dulzaineros y el más fotografiado de todos, el peregrinos de la plaza del Rey San Fernando, a quien se asemeja el conjunto diseñado para Sedano. La pieza pesa en su conjunto unos 200 kilos, y tras modelarla en barro y hacer los pertinentes moldes, se ha fundido en 9 piezas y soldadas estas a la perfección, todo ello en el propio taller de Olmos. Realizada en bronce, la última pátina de protección le da ese aire envejecido que queda perfectamente integrada en el paisaje. 

Visto a distancia, Delibes es Delibes, pero lo es más aún cuando te acercas y ves la cara, perfectamente reconocida del escritor cuando ronda los 60 años, con esas orejas algo grandes, esa visera con la que aparece en tantas y tantas fotos cazando o paseando, y sobre todo, esa serenidad en su rostro. Ruiz ha visto muchas y muchas fotos de Delibes para modelarle, pero recuerda la única vez que le ha tenido cerca. Fue, dice, en 1970 por Tablada del Rudrón, «que yo visitaba porque me interesaba la naturaleza». 

La escultura se pensó para instalarla con motivo del Centenario   de Delibes y de hecho está realizada desde el 2020, pero la pandemia y, sobre todo, la tardanza de la CHE en dar permiso a su instalación -ya que al lado pasa un pequeño arroyo, la fuente de la tobaza- han retrasado su colocación. 

La inauguración del conjunto  escultórico tendrá lugar el 11 de junio en un acto al que asistirán los hijos y nietos del escritor y Fernando Zamácola, director de la Fundación Miguel Delibes, explica el alcalde de Valle de Sedano.