Los hosteleros de Oña apoyan la peatonalización del centro

S.F.L.
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El Ayuntamiento estudia la idea de liberar de vehículos el casco histórico y evitar las malas prácticas de aparcamiento en la calle del Convento y la del Pestiño. Barruso seguirá cerrada

El Consistorio prohibirá en verano que los vehículos de los no residentes circulen por el casco histórico. - Foto: S.F.L.

El plan integral iniciado por el Ayuntamiento oniense para mejorar y recuperar espacios en el centro histórico de la villa convence a los hosteleros, que ven como sus negocios se han beneficiado de la medida de limitación del tráfico en la calle Barruso, una de las entradas directas al pueblo que atraviesa parte del centro histórico. Para conseguir evitar las malas prácticas de aparcamiento y dejar la zona libre de vehículos, el equipo de gobierno estudia la posibilidad de peatonalizar otras dos calles, la del Convento y Pestiño.

La idea es que las vías se destinen únicamente a que transiten peatones (excepcionalmente también podrán circular turismos), al igual que en la Plaza del Conde Sancho García. Todas ellas se ubican al lado de la iglesia y monasterio de San Salvador, la mayor atracción turística de la localidad. El alcalde de la localidad, Arturo Pérez, asegura que «Oña no tiene problemas de aparcamiento» y que todos los habilitados se encuentran en las inmediaciones del centro. «Llevamos años intentando que los conductores se acostumbren a no estacionar el coche en la misma puerta de la tienda o local de hostelería donde quiere ir», añade.

Alejandro Llanos, propietario del hostal rural El Rincón del Convento, asegura que, en un principio, rechazó el proyecto que contemplaba dejar de utilizar la plaza del Conde Sancho como aparcamiento, pero ahora reconoce que es lo mejor para su negocio. «He ampliado la terraza y los clientes están más tranquilos sin coches. Algunos se quejan de que tienen que aparcar lejos, pero eso pasa en muchos pueblos», declara este hostelero oniense.

«La peatonalización de las calles más céntricas nos vendrá bien a todos. Los turistas que quieran tomar un café o ver el patrimonio lo harán igualmente dejando el vehículo aparcado en el Pestiño que en el parque de la Presa», añade Jesús María, del bar Deportivo. «Personalmente percibo que los padres y madres tienen menos miedo de que los niños jueguen en la plaza del Ayuntamiento desde que no se permite que circulen coches», aclara. Sin embargo, José Antonio Casas, dueño del bar Janfry, ve innecesario que se amplíe el número de calles peatonales. «Está bien la medida que ha tomado el Consistorio, pero yo tengo que salir a menudo y con urgencia en coche por motivos laborales, y no me ayuda el hecho de tener que dejarlo estacionado lejos de mi local», afirma.

En los últimos años también se ha llevado a cabo la mejora de la pavimentación de la calle del Agua y la ampliación de aceras y bordillos. En otros puntos de la villa se han realizado rebajes para que los peatones puedan cruzar con mayor facilidad la calzada, marcado los pasos de cebra y añadido señalización vertical.