La Asociación de Discapacitados Físicos de Aranda de Duero (Disfar) denuncia que el Ayuntamiento hace oídos sordos de las quejas que han presentado respecto a la falta de señalización en las obras que se están acometiendo en la Casa Consistorial. Recientemente se han añadido una serie de andamiajes en la fachada central que "vuelven a incumplir las prescripciones de accesibilidad y supresión de barreras", advierten en un comunicado.

A juicio de los integrantes de Disfar, la entrada al edificio consistorial "se ha convertido en una auténtica ratonera", hasta el punto de que "ninguna persona con discapacidad visual, de forma autónoma, puede acceder o salir de ella".

A ello se suma la colocación en distintos puntos de la ciudad de una serie de cestos de vendimiar, que forman parte de una iniciativa artística para promocionar que la capital ribereña ejerce como Ciudad Europea del Vino. Sin embargo, desde Disfar avisan que representan un obstáculo para las personas que sufren discapacidad.

En la Plaza Mayor, estos canastos se han ubicado junto a la fachada, por lo que no se respeta que haya un itinerario peatonal accesible, como exige la ley. "No discutimos la ocurrencia, pero sí su ubicación", dicen, mientras recalcan que seguirán insistiendo "hasta que a los responsables municipales se les quite la sordera y se les haga la luz".