Terrazas para salvar empleos

J.M.
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Los propietarios del restaurante Golden Garden y de la Taberna Enchilaos piden al Ayuntamiento utilizar espacio de aparcamiento para colocar mesas en la calle Trinidad y poder así recuperar la clientela que el virus les va a arrebatar

De i. a d., Miguel Gallego, David Herrera y David Alonso junto a la estrecha acera que tienen frente a sus locales. - Foto: Luis López Araico

Cuando David Herrera decidió abrir en la calle Trinidad el restaurante Golden Garden (de esto hace ya unos años), siempre tuvo en mente la existencia de un proyecto del Ayuntamiento para convertir en peatonal esta céntrica vía que comunica San Francisco con la plaza Alonso Martínez (Capitanía). Los años han pasado, las obras no se han ejecutado y hoy es el día en que se acuerda más que nunca de lo bien que le habría venido en esta crisis poder tener una terraza para sacar a flote su negocio. Sus sensaciones son muy similares a las que tienen David Alonso y Miguel Gallego, socios y propietarios de la Taberna Enchilaos, otro negocio que hay unos metros arriba y en el que se comparte la misma inquietud. Tal es su preocupación que su intención es presentar en el Consistorio un escrito para solicitar que se les permita ocupar algunas plazas de aparcamiento para sacar mesas a la calle y minimizar así el impacto que tendrá para ellos la crisis del coronavirus.

Pese a que esa es su situación particular, Herrera remarca que esta petición la hacen extensiva para otros muchos negocios que, como el suyo, se enfrentan a una situación similar. Es decir, locales que no pueden tener terraza porque se encuentran junto a aceras muy estrechas (o por cualquier otra razón) y que se encuentran con dos problemas. El más inmediato es el de no poder abrir cara al público mientras la actividad se limite a las terrazas. El que vendrá después será no poder compensar las limitaciones que se pondrán al aforo en el interior de los locales con la posibilidad de tener clientes en la calle.

Tanto Herrera como Alonso destacan que esta posibilidad les permitiría rescatar del ERTE a algunos de sus empleados que han tenido que dejar de trabajar con el cierre de los negocios. Pero van más allá ya que pronostican que si no se habilitan medidas de este tipo, algunos establecimientos de hostelería se podrían ver abocados al cierre.

Ya no solo se trata de un momento excepcional, que lo es, sino que detallan que en otras ciudades se permite con carácter regular la ocupación de algunas plazas de aparcamiento para instalar la terraza.

En el caso de Herrera, que tiene también un negocio en la calle Calera, son 13 los empleados que están en un ERTE. En la Taberna Enchilaos, además de los 2 socios, hay otros 2 trabajadores en nómina y se da la circunstancia de que el local es pequeño, con apenas cuatro mesas bajas y 2 altas, y la reducción del aforo les hará polvo.

Confían en que el Ayuntamiento haga todo lo que esté en su mano.