¿Es el enemigo? ¿Ustedes podrían parar la guerra un momento…? ¡Que si pueden parar la guerra un momento...! Es que igual es lo mejor para todos. El sargento, que nos ha pedido que les digamos que por aquí están todos muy cabreados. Con ustedes, sí, claro. Y, también, que les expliquemos que es más prudente que, en esta ocasión, no gasten ustedes tantos misiles. No vaya a ser que alguno se les escape fuera de Ucrania. Ya me entiende. Y que la Unión Europea todavía se enfade más con sus reclutas del Donetsk y Lugansk. Como cuando el avión de los sesenta y cinco holandeses abatidos. ¿Cómo dice…? ¿Que nos hagamos cargo…? ¿Que esta vez no es tan fácil como cuando apañaron Georgia y Crimea…? ¿Que ya nos vale…? ¿Que hemos puesto una multa a doscientos de sus empresarios internacionales más influyentes, y a trescientos de los diputados de su DUMA…? ¡Hala…! ¡Qué bestias…! Si es que cuando nos ponemos somos como Lenin. Pero no es nada personal. Estén tranquilos.

En Occidente cuando nos cascan una multa cabreados, nos quitan hasta los puntos. Ayer, además, hablaron por la tele de ustedes todos los presidentes democráticos de Occidente. Sí. Sí. Empezó el del flequillo rojo. ¡Qué tío, el inglés…! Y que enfado llevaba. Les llamó dictadura. ¡Que sí…! ¡Que sí…! Y seguía empeñado en aumentar las sanciones económicas a sus bancos y empresas. Hasta hizo amago de desposeer de su primer apellido a la ensaladilla rusa. ¿Qué…? ¿Cómo dicen…? ¿Que no se acordaban del nombre de nuestro presidente…? ¿Que ha sido el único que les ha animado a seguir la operación militar con sus declaraciones…? Sí. Sí. Pedro Sánchez. Socialista. Claro. También. Casi como ustedes. Supongo que por eso ha entendido la agresión militar como la oportunidad de construir una nueva amistad entre ucranianos y rusos.

Ya les mandaré una copia de nuestra ley de memoria histórica. Bueno, pues nada. Quedamos así. Yo le digo al sargento que no se preocupe por el dinero. Que ustedes no sólo abonarán el importe de estas multas. Sino que adelantarán otro tanto, por aquello de ir agilizando el papeleo de la próxima invasión. Vale, vale. Y que la próxima guerra pagarán ustedes la conferencia. Sí. Sí. Desde Lituania, Estonia, o Letonia. Adiós. Adiós…